Llevar una dieta mediterránea y practicar actividad física pueden cambiar la predisposición genética a la obesidad, según un estudio español publicado recientemente. Aquí te contamos los detalles de esta investigación.
Los beneficios de la dieta equilibrada y la actividad física son claves en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y la recurrencia de eventos, además tienen comprobados beneficios para personas con diabetes, hipertensión y otras patologías. Ahora, gracias a un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), sabemos que su efecto positivo también puede también influir en la predisposición genética a la obesidad. La investigación publicada recientemente en la revista Plos One, estudió los dos principales genes relacionados con la obesidad, el FTO y el MC4R. Los investigadores trabajaron con una muestra de 7.052 personas (3.008 hombres y 4.044 mujeres) del estudio PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea), analizando la adherencia de estas personas a la dieta mediterránea y al ejercicio a través de cuestionarios y analizando la presencia de las variantes en ambos genes.
Los resultados de la investigación apuntan a que las personas que presentan simultáneamente ambas variantes genéticas (FTO y MC4R) presentan mayor peso que si sólo tenían una de ellas, pero los científicos aclaran que sus efectos genéticos no son uniformes para todas las personas, sino que están modulados por el ejercicio físico y la dieta mediterránea. Los autores también comprobaron que los sujetos sedentarios tenían un mayor índice de masa muscular (IMC) y que los sujetos activos se contrarrestaba dicha predisposición genética.
Según la coordinadora de la investigación, la Dra. Dolores Corella, “…la conclusión es muy clara: la práctica de ejercicio físico y la alimentación es clave para compensar la mutación de los genes FTO y MC4R de manera que las personas que la padezcan no tienen porqué ser obesas siempre y cuando practiquen deporte y tengan un alto grado de adherencia a la dieta mediterránea. Un hallazgo que abre una puerta de esperanza frente a la creencia de que contra la genética no se podía luchar”.
Mantente activo y aliméntate correctamente
Tengas o no predisposición genética a la obesidad, debes tener en cuenta que una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio tres veces por semana como mínimo, son vitales para mantenerse en buen estado físico y prevenir enfermedades. En nuestra web encontrarás recursos para poner en práctica estos hábitos saludables: recetas cardiosaludables, vídeos con ejercicio para practicar en casa y para mantenerte en tu peso, así como una dieta para combatir el sobrepeso, y una para personas que padecen obesidad, diseñadas por nutricionistas. Apúntate a los hábitos de vida saludable y gana en salud.