El cumplimiento terapéutico es un concepto amplio que se refiere al grado con que el paciente sigue las indicaciones de su médico, no sólo respecto a qué medicamentos debe tomar y cómo, sino también respecto a la asistencia a citas programadas, a seguir una dieta específica, a realizar ejercicio, así como otros factores del estilo de vida que deben seguir los pacientes.
Múltiples estudios demuestran que el grado de cumplimiento dista mucho de ser el ideal, pudiendo decir que cerca de la mitad de los pacientes no siguen las recomendaciones médicas.
¿Qué hacen mal?
El incumplimiento consiste en no seguir el estilo de vida recomendado, no tomar los medicamentos aconsejados o hacerlo de forma irregular por olvidos, tomando dosis superiores o inferiores a las indicadas, tomando la medicación en momentos del día distintos a los que se debería, en ayunas cuando no tiene que ser así... Este problema se suele dar, sobre todo, en pacientes polimedicados que tienen que combinar diferentes tratamientos y que, por desconocimiento o comodidad, no siguen las pautas establecidas; y en aquellas personas con enfermedades crónicas y asintomáticas, como en la hipertensión arterial (casi la mitad de los pacientes son incumplidores), debido a que no se sienten mal ni sufren dolores, lo que les lleva a pensar erróneamente que la medicación no es necesaria.
El hecho de no seguir debidamente un tratamiento médico se traduce en un mal control de la enfermedad, en una menor eficacia de los fármacos y, en algunos casos,en situaciones de toxicidad medicamentosa, dependencia, aumento de la resistencia a los antimicrobianos, e incluso accidentes laborales o de tráfico.
Consulta tus dudas
El cumplimiento terapéutico nace de la relación de confianza entre el paciente y su médico. El enfermo tiene que hablar abiertamente, preguntarle dudas, decirle lo que le preocupa o lo que no le parece correcto. Además, debe pedir información sobre su enfermedad y el tratamiento recomendado. Seguir estos consejos resulta de gran ayuda para entender la importancia de tomar correctamente el tratamiento para curar la enfermedad.
Como el tiempo de consulta o de visita al médico es limitado, una buena práctica que debe seguir el paciente es apuntar en una hoja todas las dudas que surjan respecto a la enfermedad o a su tratamiento (efectos de los medicamentos, cuándo y cómo se deben tomar, durante cuánto tiempo). Esto le permite asegurarse que no se quede nada en el aire y le aclaren todas las dudas.
En toda recomendación médica, ya sea de dieta, estilo de vida o tratamiento farmacológico, el paciente tiene la decisión final sobre ella, decidiendo si la sigue o no; por lo que si no está de acuerdo con la recomendación, lo lógico es decirlo, para que el médico busque una terapia distinta. Y es que, tenemos la suerte de que cada vez más, en las enfermedades cardiovasculares, disponemos de un abanico más amplio de posibilidades terapéuticas, por lo que se pueden valorar según las necesidades del paciente. Si el enfermo no acepta la indicación que creemos que es mejor para él, podemos darle una recomendación nueva que se adapte mejor a sus preferencias, pero que siga aportando beneficios para su salud. También es importante indicar al médico si hay algo que no esté claro o sea difícil de entender, ya que en el caso de que no se haga lo correcto, en algunos casos, se puede poner en riesgo la salud del paciente. Por último, en los casos en que el enfermo no acaba de enternder el tratamiento, como pueden ser las personas mayores o con alguna discapacidad mental, resulta fundamente que acuda a la consulta con algún familiar que luego le ayudará a seguir las indicaciones.
No te olvides de nada
La toma de los medicamentos indicados por el médico, se tiene que incorporar de forma natural en la rutina diaria. Al comienzo del tratamiento o aquellas personas a las que les cuesta más recordar la toma, le pueden resultar útiles algunos trucos. Por ejemplo, si hay que tomar un fármaco en ayunas o con el desayuno, se puede dejar el pastillero en el mismo armario donde se guardan los alimentos que se suelan tomar en ese momento; en el caso de que la toma sea nocturna, un buen sitio donde tenerlos a la vista es la mesita de noche. Además, las nuevas tecnologías pueden resultar muy útiles, ya que se pueden programar varias alarmas del movil para que suenen todos los días a horas concretas; aunque siempre se puede recurrir a los métodos más tradicionales como los despertadores o las notas recodatorias pegadas en la nevera.
En algunos casos, como en personas de edad avanzada, es conveniente implicar a los familiares o cuidadores en las tomas de medicación. Los enfermos que toman un elevado número de medicamentos se benefician mucho de sistemas personalizados de dosificación, bien de cartones semanales preparados en la farmacia con las horas y los días de la semana; o de pastilleros que permiten organizar la medicación semanal en el domicilio.
Autor
Dr. Manuel Martínez Sellés
Presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología.
Artículo publicado en el número 90 de la Revista Corazón y Salud.