Una de las situaciones más difíciles que debe afrontar una pareja es la enfermedad de uno de sus miembros. Sentir que tu 'compañero de viaje' ha enfermado, temer por los sueños que quedan por cumplir, vivir en una constante confusión... no es nada fácil para ninguno de los dos; y, en muchos casos, pone a prueba los cimientos de la relación.
Por eso, es importante que tengas claro dónde están los límites de la ayuda y del apoyo emocional que, como pareja, puedes ofrecer.
¿Cómo afecta a la relación?
Para entenderlo debemos partir del hecho de que una relación de pareja es, en muchos casos, un 'juego de roles'. Es decir, cada miembro desempeña un papel en la pareja: el que escucha, el que se queja más, el que suele tomar las decisiones... En cualquier caso, cuales quiera que sean esos roles, siempre hay uno que compartimos, el de 'pareja del otro' que es el que puede verse más repercutido.
Cuando la pareja enferma, es problable que el miembro sano cambie muchos comportamientos del 'rol de pareja' para pasar a adoptar un "'rol maternal/paternal' entrando en la sobreprotección del otro. Es el momento en el que se deja de tratar a la pareja como aquella persona a la que ama, para pasar a tratarle como a un niño o persona enferma sobre la que siente que debe estar constantemente pendiente, y a la que teme poner límites como hasta ahora hacia (enfadarse si algo no le gusta) por temor a que a este le moleste. Por su parte, en algunos casos el miembro enfermo adopta un 'rol de enfermo' buscando constantemente el apoyo de la pareja pudiendo a veces adoptar una postura egoísta.
Carga del cuidador
A todo lo anterior se le une el cambio de rutinas en la pareja: los actos sociales, planes, los proyectos de futuro..., se ven muchas veces afectados por la enfermedad de uno de los miembros. No es de extrañar que todo ello haga que el miembro sano se sienta agotado física y emocionalmente, pudiendo presentar el síndrome de la 'carga del cuidador' entendido por el conjunto de problemas físicos, mentales y socioeconómicos que afectan a los cuidadores de enfermos crónicos y que pueden repercutir de forma negativa en sus actividades de ocio, relaciones sociales, amistades, intimidad, libertad y equilibrio personal.
Cómo ayudarle
Son muchas las parejas que salen más fortalecidas tras una enfermedad. Para ello, es importante que no te agotes y seguir estas recomendaciones:
- Si quieres ayudar a alguien debes cuidarte. Esto no significa que sólo debas cuidarte físicamente, sino también emocionalmente. Para ello, en la medida de lo posible no dejes tus aficiones o tu trabajo de lado. Dedica tiempo a ti y a tus amigos cuyo apoyo debes aprovechar en situaciones tan estresantes como esta.
- Trata a tu pareja como la has tratado hasta ahora y no como un niño. Puedes ser flexible y adaptarte a las consecuncias de la enfermedad, pero no le trates como si estuviera más enfermo de lo que realmente está.
- Comparte con el los sentimientos relacionados con la situación que estáis viviendo. Escucha y comprende sus demandas, pero expresa al mismo tiempo tu frustración.
- No des por sentado nada y pregúntale qué necesita. De esta forma conseguirás que tu pareja adopte un papel activo en el tratamiento de su enfermedad y no te agotarás más de lo necesario.
- No te avergüences ni te sientas frustrado si ya no puedes más. Es muy normal que necesites ayuda externa que te permita afrontar esta situación.
Autora
Dra. Vanesa Fernández López. Psicóloga.
Artículo publicado en el número 84 de la Revista 'Corazón y Salud'