Los procedimientos cardiológicos no son iguales en toda España. Y eso resulta caro e ineficiente. E incluso hace que la mortalidad varíe según la región donde se viva. Y mucho...
"Resulta imprescindible que las sociedades científicomédicas, como la Sociedad Española de Cardiología (SEC), nos comprometamos a llevar a cabo proyectos que ayuden a determinar los indicadores mínimos de calidad asistencial que deben cumplirse y exigirse de igual manera en todas las regiones españolas". Con estas palabras, el doctor José Ramón González-Juanatey, presidente de la SEC y jefe de servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, ponía el dedo en la llaga sobre un tema candente: la necesidad de que los tratamientos y procedimientos cardiológicos que se practican en España sean comunes en todas las comunidades.
Según González-Juanatey, un programa organizado de gestión de toda la enfermedad coronaria en España evitaría un 30% de hospitalizaciones –y de muertes– por estas causas en el país, y permitiría ahorrar casi 7.000 millones de euros. Y, además, evitaría las desigualdades.
Diferencias por Comunidades Autónomas
El reto es serio. Los datos de la SEC indican que en el caso del infarto agudo la tasa media de mortalidad intrahospitalaria está en el 7,84%. Es decir, casi ocho de cada cien infartados que ingresan en un hospital por esta causa fallecen. Pero mientras en Navarra la cifra se sitúa dos puntos por debajo de la media (6,06%), en la Comunidad Valenciana está dos por encima (9,57%). ¿Por qué esta inequidad? ¿Por qué un navarro tiene un 50% más posibilidades de sobrevivir a un infarto que un valenciano?
Estos datos, extraídos del proyecto Recalcar, analizan con detalle todos los parámetros referentes a los 46.994 infartos agudos de miocardio (IAM) y los 85.353 episodios de insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) que, en 2011, acabaron en ingreso en los hospitales públicos españoles. Y las diferencias detectadas entre regiones, e incluso entre centros hospitalarios de una misma comunidad autónoma, son muy importantes.
En el caso del infarto agudo de miocardio, la SEC señala cómo la mortalidad está estrechamente ligada con el acceso a la angioplastia primaria (el tiempo desde que el paciente sufre un infarto hasta que se le abre la arteria obstruida mediante una angioplastia no debe superar los 90-120 minutos) y con una eficaz organización de los servicios de urgencias y de los departamentos de cardiología.
Navarra, la mejor calidad asistencial
En 2011, se produjeron 358.088 estancias hospitalarias por IAM y un parámetro básico para comprobar la calidad de la asistencia es evaluar qué centros o regiones logran una menor estancia hospitalaria sin aumentar los reingresos. En este sentido, la media española de reingresos a 30 días es del 6,09%. Y mientras Navarra presume de la cifra más baja (1,99%), Andalucía tiene la más alta (8,41%).
La insuficiencia cardíaca congestiva (cuando el corazón no logra bombear correctamente la sangre y acumula fluidos en el cuerpo) supone 746.000 estancias hospitalarias anuales y es el motivo más frecuente de ingreso hospitalario por enfermedad en España, con una media de 8,74 días. Con una tasa de mortalidad superior a la del infarto, los datos muestran diferencias signifi cativas en los reingresos (Navarra, con 11,91%, tiene menos de la mitad que Canarias, con un 23,64%).
Y en cirugía cardíaca, las diferencias también son significativas: en by-pass aortocoronario, Extremadura, País Vasco o Cataluña muestran una mortalidad inferior al 4%, mientras que en Canarias o Murcia superan el 8%.
La implicación del paciente, también clave
Para el doctor Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), "el cardiólogo y el sistema sanitario no tienen toda la responsabilidad sobre la salud de los pacientes crónicos. La implicación del paciente resulta fundamental en el trascurso de su patología. Un paciente informado y responsable de su enfermedad, que cumple con las indicaciones de prevención que le ha indicado su médico goza de una mejor calidad de vida y reingresa bastante menos".
Artículo publicado por Alberto Velázquez en el número 114 de la revista Salud y Corazón.