Un 30% de los españoles duerme entre cuatro y seis horas al día. Y más de la mitad de la población, en concreto un 58%, dice sentir somnolencia a lo largo del día. Son datos de la encuesta “Los cuatro pilares de la salud cardiovascular”, y no solo muestran que dormir bien es una de nuestras asignaturas pendientes. También indican que detrás de esa falta de sueño puede haber un trastorno que afecta a la salud cardiovascular.
Es la razón de que los problemas de insomnio no deban tomarse a la ligera. Aunque no todos necesitamos dormir lo mismo para estar descansados al día siguiente, la Organización Mundial de la Salud recomienda que el sueño nocturno sea de una media de entre 7 y 8 horas para los adultos. Y para que ese sueño sea reaparador, no solo basta con dormir el tiempo que necesitemos. También es importante que la calidad del sueño sea alta. Es decir, que las horas que durmamos las durmamos sin interrupciones y profundamente. Precisamente lo que ocurre cuando al despertarnos a la mañana siguiente nos encontramos perfectamente descansados.
Sin embargo, según la encuesta “Los cuatro pilares de la salud cardiovascular”, realizada por Philips con la colaboración de la Fundación Española del Corazón, casi 6 de cada 10 encuestados dicen sentir somnolencia a lo largo del día, lo que indica que la calidad de su sueño no ha sido buena. Esa situación puede deberse a muchas causas, pero una de las más comunes, y con efectos en la salud cardiovascular, es la apnea del sueño, un trastorno que provoca interrupciones en la respiración mientras se duerme.
Según explicaron las doctoras Patricia Lloberas, vicesecretaria de la Sociedad Española del Sueño (SES), y Olga Mediano, coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario de Guadalajara, en el encuentro 'El sueño como pilar de salud' organizado el pasado miércoles por Philips, la apnea grave – cuando el paciente tiene 30 apneas o más por hora- está considerada como factor de riesgo para la hipertensión. De hecho, la relación entre presión arterial y apnea del sueño es bastante estrecha, según han demostrado los últimos estudios. A su vez, la hipertensión es un importante factor de riesgo cardiovascular, por lo que resulta fundamental tratar la apnea del sueño en caso de que el paciente la sufra para poder controlar las cifras de la presión arterial del paciente.
Síntomas
Uno de los problemas de este trastorno es que un elevado porcentaje de quienes la padecen no saben que tienen apnea del sueño. De ahí la importancia de acudir al médico en caso de que nos mostremos cansados e irritables cada mañana después del sueño nocturno, incluso aunque no recordemos que nuestro sueño se haya interrumpido, ya que los pacientes no siempre son conscientes de esa fragmentación. También es posible que el paciente no muestre síntomas de cansancio pero su pareja sí haya observado que ronca en exceso y tiene paradas, situación en la que se recomienda igualmente acudir al médico para poder hacer un estudio del sueño con el que confirmar o descartar la apnea.
En caso de que se confirme, el especialista indicará el tratamiento a seguir para evitar que este trastorno tenga consecuencias en la salud del paciente. “El reto más relevante es dormir más y dormir mejor, incluso individualizando cada caso”, concluyó el Dr. Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española, en el encuentro 'El sueño como pilar de salud'.