La llegada del verano suele ser una buena noticia: con él llega el buen tiempo y las vacaciones que llevamos deseando todo el año. Sin embargo, cuando el sol luce con fuerza y trae consigo altas temperaturas, debemos tomar algunas precauciones. Y es que el calor puede afectar a la salud cardiovascular.
Ocurre cuando la temperatura exterior es muy alta y provoca que el organismo pierda más líquidos de lo habitual debido al sudor. Es entonces cuando el sistema circulatorio se puede ver afectado ya que esa situación hace que disminuya el volumen de líquidos del torrente circulatorio, a lo que se suma que el calor produce una vasodilatación de todo el sistema arterial que puede conducir a una circulación más lenta. Aunque estas circunstancias se pueden dar en cualquier persona, debemos vigilarlas especialmente en caso de que suframos alguna patología cardiovascular ya que pueden afectar más a estos pacientes.
La razón de que con la llegada del verano sean más probables las alteraciones del mecanismo de termorregulación es que este intenta, a través del sudor y la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, reducir la temperatura corporal. Y al mismo tiempo esta circunstancia puede incrementar el estado de deshidratación y disminuir la tensión arterial hasta producir mareos y, en casos extremos, síncopes o golpes de calor. Por eso las principales causas de mortalidad durante las olas de calor se relacionan con enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, además de respiratorias: el calor produce deshidratación, y ésta a su vez hemoconcentración, lo que favorece los accidentes tromboembólicos.
Cómo prevenir
La buena noticia es que prevenir esta situación es sencillo: tan solo debemos hidratarnos bien a lo largo de todo el día y seguir las siguientes recomendaciones:
- Usar ropa adecuada al clima y al nivel de actividad que se vaya a realizar.
- Evitar hacer ejercicio físico al aire libre durante las horas de más calor (entre las 12.00 y las 16.00 horas). Para hacer deporte durante el verano, las mejores opciones son el amanecer y el atardecer.
- Llevar una gorra que nos proteja del calor es buena idea. Gran parte del líquido que perdemos por el sudor se pierde a través de la cabeza, por eso es necesario usar una gorra que lo evite al menos en parte.
- Evitar consumir alcohol, ya que altera la regulación de la temperatura corporal.