¿Qué relación pueden tener dos partes tan distintas del cuerpo como la boca y el corazón? Hace algunos años es posible que incluso un profesional sanitario contestara que ninguna. Sin embargo, los últimos estudios realizados indican lo contrario. Estos comenzaron a plantearse al comprobar que las personas con enfermedad cardiaca tenían con mayor frecuencia enfermedad periodontal. Y también se daba el escenario contrario: entre quienes sufrían una enfermedad periodontal más avanzada se encontraban más pacientes con enfermedad cardiovascular.
Esa relación fue la que hizo sospechar que el vínculo entre salud periodontal y salud cardiovascular no era casual. Fue así como se iniciaron investigaciones que mostraron que entre las personas con cardiopatía isquémica en España, alrededor del 40% ya ha sufrido pérdida de piezas dentales, lo que indica que la enfermedad periodontal grave es muy frecuente en pacientes con problemas coronarios.
La explicación es que la periodontitis es una enfermedad inflamatoria e infecciosa causada por bacterias en la boca que producen una inflamación constante en las encías. Una situación que origina efectos proinflamatorios además de provocar alteración en el sistema inmune, favorecer trombosis y fomentar alteraciones de la síntesis del corazón. “Esos mecanismos biológicos explicarían la relación entre enfermedad periodontal y enfermedad cardiovascular”, aseguraba el doctor Juan José Gómez-Doblas, jefe de sección de Cardiología Clínica del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga), en el VI Foro de Salud Cardiovascular para Pacientes y Familiares organizado por la Fundación Española del Corazón. Además, la inflamación que existe en la encía eleva una serie de marcadores de sustancias que son protrombóticas y proinflamatorias, las mismas que provocarían la afectación vascular.
Cómo proteger la salud cardiovascular
Si conseguimos eliminar esa inflamación de las encías estaremos protegiendo al mismo tiempo la salud cardiaca. Por eso, el cuidado de la salud bucodental tiene un efecto muy beneficioso en la salud cardiovascular. “Si mantenemos una buena higiene bucodental reducimos placa bacteriana en la cavidad oral, y eso redunda en una reducción de la inflamación a nivel local, en nuestras encías, lo que a su vez favorece que haya una menor inflamación a nivel sistémico. Eso significa que si conseguimos tener una muy buena salud bucodental, probablemente vamos a conseguir reducir los eventos cardiovasculares que se relacionan con la mala salud bucodental. Por eso hay que animar a los pacientes a mantener una buena salud de su cavidad oral, porque repercute en tener menos eventos cardiovasculares en el futuro”, señalaba el doctor Gómez-Doblas.
Otra forma de proteger tanto la salud cardiovascular como la bucodental es controlar algunos factores de riesgo que tienen relación directa en ambas áreas. Entre ellos se encuentra fumar, por lo que si abandonamos el tabaco mejoraremos nuestra salud bucodental y también la cardiovascular. Igualmente es importante controlar la glucemia. Una dieta adecuada que fomente un mejor control de la diabetes también repercute en una mejor salud bucal y cardiovascular.