La situación de alerta sanitaria surgida por la expansión del coronavirus COVID-19 ha generado muchas preguntas entre los pacientes cardiovasculares. Para resolverlas, los cardiólogos y miembros de la Sociedad Española de Cardiología Alfonso Valle, del Hospital Marina Salud de Denia, Marta Farrero, del Hospital Clínic de Barcelona, y Rafael Vidal, del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, celebraron el pasado lunes una sesión online en la que dieron respuesta a los principales interrogantes.
¿Tienen más probabilidades de contraer el COVID-19 quienes padecen una enfermedad cardiovascular?
No. Las probabilidades de contagiarse son similares a las del resto de la población. Por eso las medidas de precaución son las mismas que para quienes no padecen ninguna patología cardiovascular: el aislamiento social, evitando el contacto con otras personas quedándose en casa, y medidas de higiene que incluyan lavado frecuente de manos.
¿Qué ocurre si un paciente cardiovascular se ve afectado por el COVID-19?
Si presenta un cuadro respiratorio por el COVID-19, puede tener alguna complicación mayor. Por eso se los considera pacientes de riesgo.
¿Hay que suspender el tratamiento con fármacos indicados para la insuficiencia cardiaca, la hipertensión u otras patologías cardiovasculares?
En absoluto. No hay evidencias de que esos tratamientos puedan ser perjudiciales. Las recomendaciones generales son que todos los medicamentos que estén pautados por cardiopatía deben seguir administrándose como habitualmente. Lo perjudicial sería dejar de tomarlos, ya que dejarían de ayudar a estabilizar la cardiopatía que se esté tratando.
Si se es portador de una prótesis valvular, ¿qué medidas hay que seguir?
Los pacientes con prótesis valvulares deben ser muy cuidadosos ante el riesgo de cualquier infección, pero no hay constancia de que el COVID-19 afecte particularmente a las válvulas, por lo que no debería haber relación.
¿Qué ocurre si tenemos una urgencia cardiovascular?
Los pacientes que tienen enfermedades de base como insuficiencia cardiaca deben seguir tratándose. Se debe evitar acudir a los centros hospitalarios en caso de que no sea necesario, pero si el paciente que tiene una cardiopatía necesita una visita médica o una visita a Urgencias en casos en los que los síntomas de su cardiopatía estén presentes, deben acudir. “Hay que evitar que tengan complicaciones por su propia cardiopatía por miedo a la infección de COVID-19”, señala la doctora Marta Farrero.
Si un paciente cardiovascular convive con una persona que debe salir a trabajar y tener contacto social aunque vaya protegida, ¿hay alguna recomendación especial?
En estos casos se recomienda que la persona que tiene que salir a la calle extreme las medidas de higiene como cambiarse de ropa y lavarse bien las manos en cuanto llegue a casa, procurando reducir así las posibilidades de contagio.
¿Corren más riesgo de infección por COVID-19 los pacientes trasplantados?
Aunque no hay evidencia de mayor infección, la doctora Marta Farrero afirma que es razonable pensar que el virus podría ser mas virulento en personas inmunodeprimidas, y que por lo tanto estas y las personas con las que convivan deben extremar precauciones y consultar si tienen contactos positivos o presentan síntomas.
¿Qué ocurre con las consultas y pruebas diagnósticas programadas?
Se han cancelado la mayoría de consultas y pruebas para minimizar los desplazamientos de los pacientes y evitar que estén en el ámbito hospitalario, donde puede haber mayor probabilidad de contagio en la actualidad. Pero en los casos en los que la patología que se presente necesite una visita que no pueda ser aplazada, se mantendrán las consultas.