España se encuentra a la cabeza de la obesidad infantil en Europa junto a Italia y Grecia. Una situación que el colectivo médico considera preocupante porque el porcentaje de niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran por encima de su peso es cada vez mayor. Según el informe ‘Prevalencia de sobrepeso, obesidad y obesidad abdominal en población española entre 3 y 24 años’ publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología, se estima que el sobrepeso en la población de 3 a 24 años alcanza ya el 34,1%, lo que indica un aumento de un 10% respecto a hace 15 años. “Las cifras nos muestran que este problema está creciendo porque los datos que tenemos del año 2000 del estudio enKid eran del 24%”, señala uno de los autores del informe, el doctor Javier Aranceta, miembro del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Corazón (FEC).
Hay otro dato aún más preocupante, y es que la obesidad abdominal, que se considera un parámetro más peligroso para el organismo, afecta ya al 20% de la población estudiada, una cifra que también ha aumentado, sobre todo en la franja de edad de 12 a 17 años. “La grasa que se acumula en el entorno abdominal suele tener una acción metabólica más negativa en relación a la enfermedad cardiovascular porque tiene actividad proinflamatoria, lo que supone un efecto más perjudicial, es el llamado riesgo cardiometabólico”, señala el doctor Aranceta.
Por eso resulta cada vez más urgente tomar medidas con las que poder reducir el exceso de peso en la población más joven, asegurándole mayor salud a medio y largo plazo. Pero, ¿por dónde empezar? Según el doctor Javier Aranceta, las siguientes son las principales medidas con las que atajar el problema:
Productos alimentarios más saludables
Para poder seguir una alimentación saludable lo principal es que los productos que compramos nos ayuden a seguir esa dieta. Es una de las razones del nacimiento del programa PASFEC, que tiene entre sus objetivos ayudar a las empresas de la industria de la alimentación a mejorar su perfil nutricional, explica el doctor Aranceta. Además, para saber que estamos comprando productos saludables es clave aprender a leer el etiquetado de los alimentos.
Incorporar la educación nutricional al curriculum escolar
“Es necesario incorporar la educación nutricional a las escuelas, ya sea de manera monográfica o trasversal a lo que se explica en clase, y hacerlo de una manera práctica porque saber no es conocer”, afirma Javier Aranceta. De ahí la importancia de que se desarrollen talleres en las cocinas de los centros escolares donde los niños conozcan los productos de temporada y cómo se prepara una comida con ellos. “Es la base para que en el futuro sepan cómo comprar, dónde comprar, cómo cocinar, cómo conservar los alimentos que han preparado…”, señala el experto en Nutrición.
En la misma línea se aconsejan otras actividades como acompañar a los niños al mercado municipal o visitar a productores que fabrican productos alimenticios de manera artesanal, en los que pueden ver todo el proceso. “Es bueno que vean de dónde viene lo que comen, y por qué eso es más saludable que todo lo que viene en un plástico. Enseguida serán autónomos, y entonces tendrán que ser ellos quienes escojan un menú en la universidad, o qué comprar cuando van a estudiar fuera, y estas actividades ayudan a evitar que se recurra a la comida rápida”, afirma el doctor Aranceta.
Más ejercicio
Que los más jóvenes tengan espacios donde puedan moverse y practicar ejercicio es fundamental para fomentar el deporte, por eso una propuesta que puede ayudar es abrir los colegios durante el fin de semana. Realizar ejercicio con la familia también es una buena idea para inculcar la rutina deportiva.
Implicación de las familias
Aunque los centros escolares tienen un papel muy importante en la educación alimentaria de los más pequeños, desde casa también hay que implicarse en ello. Es el entorno donde casi todos los niños y adolescentes al menos desayunan, meriendan y cenan, por lo que estas tres comidas, y también el almuerzo si comen en casa, deben seguir los criterios de una alimentación saludable.
Control del sobrepeso y la obesidad desde la consulta del pediatra
El control de un factor de riesgo como la obesidad a través de la consulta del pediatra es otra medida que puede ayudar a combatir el exceso de peso en los más pequeños. “Desde la consulta se puede explicar a los padres cómo combatir la obesidad con las bases de una alimentación saludable y ejercicio”, señala Aranceta.