El pasado 27 de diciembre empezaron a administrarse las primeras vacunas contra la COVID-19 en España, y con ellas aparecían algunas dudas entre la población. Una de esas incógnitas que preocupaba a los pacientes anticoagulados es si ellos también podían vacunarse. La respuesta del Grupo de Trabajo de Trombosis Cardiovascular de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) es firme: no solo no está contraindicada en quienes toman anticoagulantes sino que, como afirma el Dr. David Vivas, coordinador del Grupo de Trabajo, el escenario ideal sería que todos los pacientes anticoagulados estuvieran vacunados en el primer trimestre del año. Entre otras razones, porque en su caso es aún más importante prevenir la COVID-19, ya que pueden tener peor evolución en caso de contraer el virus.
Y para vacunarse, ¿deben dejar de tomar su medicación? Los expertos responden con rotundidad que no. Como explica el presidente de la SEC, el Dr. Ángel Cequier, “los pacientes con enfermedad cardiovascular precisamente ahora tienen que extremar la adherencia al tratamiento médico, pues la COVID-19 presenta una evolución más desfavorable para ellos, con un mayor riesgo de complicaciones en caso de contagio”, aclara. De hecho, “lo arriesgado sería dejar de tomar la medicación”, añade el presidente de la SEC.
La única recomendación que afecta al aproximadamente millón de pacientes anticoagulados que hay en España es la de que aquellos que tomen fármacos antagonistas de la vitamina K (Sintrom ®, Warfarina ®) deberían confirmar que se encuentran en rango de INR (entre 2 y 3) antes de vacunarse. Para los que toman anticoagulantes orales de acción directa (Pradaxa ®, Xarelto ®, Eliquis ®, Lixiana ®), la recomendación es intentar evitar el pico máximo del fármaco en sangre administrando la vacuna antes de la toma de la dosis correspondiente.
Por lo demás, no hay recomendaciones específicas. Tan solo hay una contraindicación que se refiere a toda la población, independientemente de que se tomen o no anticoagulantes y se sea o no paciente cardiovascular, y es la tener alergia a alguno de los componentes de la vacuna, como el polietilenglicol (PEG). En ese caso sí está contraindicada. Como explica la web elaborada por el Ministerio de Sanidad para dar respuesta a las principales dudas, “la vacuna está contraindicada en personas que hayan presentado una reacción anafiláctica a una dosis previa de vacuna frente a la COVID-19 o a alguno de los componentes de la vacuna”.
El resto de alergias no suponen ningún problema para la administración de la vacuna, tal como afirma la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica en un comunicado. Tan solo se recomienda un periodo de observación de 30 minutos posterior a la administración de la dosis, al igual que para cualquier otra vacuna. En cuanto a los menores de 16 años y las embarazadas, son los grupos de población a los que no se administrará la vacuna ya que no se los ha incluido en los ensayos.