Los beneficios aún superan los riesgos a pesar del posible vínculo con coágulos sanguíneos muy infrecuentes.
El Comité de Seguridad de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) concluyó el pasado 19/03/21 su revisión preliminar respecto de la presencia de coágulos sanguíneos en personas vacunadas con la vacuna COVID-19 AstraZeneca. El comité confirmó que:
- Los beneficios de la vacuna para combatir la amenaza aún generalizada de COVID-19 (que en sí misma provoca problemas de coagulación que pueden ser mortales) continúan superando el riesgo de sus posibles efectos secundarios
- La vacuna no está asociada con un aumento en el riesgo general de coágulos sanguíneos (eventos tromboembólicos) en quienes la reciben
- No hay evidencia de un problema relacionado con lotes específicos de la vacuna o con sitios de fabricación particulares
- Sin embargo, la vacuna puede estar asociada con casos muy raros e infrecuentes de coágulos de sangre asociados con trombocitopenia, es decir, niveles bajos de plaquetas en la sangre (elementos que ayudan a que la sangre se coagule) con o sin sangrado, incluidos casos raros de coágulos en las venas que drenan la sangre del cerebro
Estos casos son raros: alrededor de 20 millones de europeos habían recibido la vacuna hasta el 16 de marzo de 2021. La EMA había sido informada de solo 7 casos de coágulos de sangre en diferentes vasos sanguíneos y 18 casos de trombosis venosa cerebral. No se ha probado un vínculo entre vacuna y trombosis
En general, el número de eventos tromboembólicos notificados después de la vacunación fue inferior al esperado en la población general. Esto le permite a la EMA confirmar que no hay un aumento en el riesgo general de coágulos de sangre. Sin embargo, en los pacientes más jóvenes (mujeres menores de 55 años) persisten algunas preocupaciones, relacionadas en particular con estos raros casos de coagulación intravascular.
El Comité opinó que la eficacia probada de la vacuna para prevenir la hospitalización y la muerte por COVID-19 supera la probabilidad extremadamente pequeña de desarrollar accidentes tromboembólicos. Sin embargo, a la luz de sus hallazgos, los pacientes deben ser conscientes de la posibilidad remota de tales síndromes, y si se presentan síntomas que sugieran problemas de coagulación, deben buscar atención médica inmediata e informar a los profesionales de la salud sobre su vacunación reciente.
Información básica para pacientes:
- La vacuna COVID-19 AstraZeneca no está asociada con un mayor riesgo general de trastornos de la coagulación sanguínea
- Ha habido casos muy raros de coágulos de sangre inusuales acompañados de niveles bajos de plaquetas después de la vacunación. Casi todos los casos notificados correspondieron a mujeres menores de 55 años
- Debido a que la COVID-19 puede ser tan grave y está tan extendida, los beneficios de la vacuna para prevenirlo superan los riesgos de los posibles efectos secundarios
- Sin embargo, si sufre alguno de los siguientes síntomas después de recibir la vacuna COVID-19 AstraZeneca:
- falta de aire
- dolor en el pecho o el estómago,
- hinchazón o frialdad en un brazo o una pierna,
- dolor de cabeza intenso o que empeora o visión borrosa después de la vacunación
- sangrado persistente
- múltiples pequeños hematomas, manchas rojizas o violáceas, o ampollas de sangre debajo de la piel,
Busque asistencia médica inmediata y mencione su reciente vacunación.
Importante información adicional
La vacuna COVID-19 de AstraZeneca es una vacuna para prevenir la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en personas mayores de 18 años. COVID-19 es causada por el virus SARS-CoV-2. La vacuna COVID-19 de AstraZeneca se compone de otro virus (de la familia de los adenovirus) que ha sido modificado para contener el gen para producir una proteína a partir del SARS-CoV-2. La vacuna COVID-19 de AstraZeneca no contiene el virus en sí y no puede causar COVID-19.
Los efectos secundarios más comunes de la vacuna COVID-19 AstraZeneca suelen ser leves o moderados y mejoran en unos días después de la vacunación.