Al hacer un esfuerzo muscular intenso de corta duración solemos contener el aire en los pulmones en lugar de expulsarlo. Esta técnica, denominada maniobra de Valsalva, es muy común en quienes se ejercitan en salas de musculación pero tiene efectos negativos sobre la salud cardiovascular en personas con la tensión alta.
Antonio Maria Valsalva fue un médico italiano nacido en el siglo XVII, que describió y dio nombre a una maniobra que consiste en expulsar el aire forzosamente (espirar), pero tapando la nariz y cerrando la boca, al tiempo que se cierra la glotis. Estas acciones aumentan la presión en las trompas de Eustaquio, y si las trompas están permeables, el aire entra con fuerza en el oído medio. Esta maniobra respiratoria también determina una serie de mecanismos musculares y cardiovasculares que tienen su importancia cuando ocurren durante un entrenamiento de fuerza.
¿Qué sucede en la maniobra de Valsalva?
Cuando exhalamos y tenemos la glotis cerrada, se incrementa la presión dentro del tórax (presión intratorácica) de tal forma que la circulación venosa se ve superada y se colapsa. Esto produce una disminución del retorno venoso y el gasto cardiaco que da lugar a un descenso momentáneo de la presión arterial. Dicha disminución de la presión arterial es detectada por unas terminaciones nerviosas llamadas barorreceptores, que elevan la frecuencia cardiaca, aumentan la fuerza de contracción del corazón y la vasoconstricción de los vasos periféricos lo que contribuye al aumento del gasto cardiaco y recuperación de la presión arterial.
Al terminar la maniobra y abrir la glotis, expulsando el aire, la presión dentro del tórax recobra la normalidad, invirtiéndose el proceso descrito. De esa manera, vuelve la presión a los valores normales.
¿En qué situaciones se realiza?
La maniobra de Valsalva puede ocurrir:
- Al toser
- Cuando estornudamos
- Al realizar esfuerzos contrarresistencia, como abrir un bote con tapa de rosca, o al defecar
Esta maniobra se empleó inicialmente para sacar cuerpos extraños desde el oído y para tratar la hipoacusia. Actualmente, su utilidad es variada. En medicina, por ejemplo, puede tener función diagnóstica o apoyar las acciones de esfuerzo o pujo en un parto, entre otras.
¿Por qué hay que evitarla durante el entrenamiento?
La maniobra de Valsalva es un acto instintivo que ocurre cuando realizamos entrenamiento de fuerza. Al realizar ejercicios estáticos, donde se realiza una fuerte contracción isométrica, puede ser difícil controlarla. También es probable que se realice involuntariamente como apoyo a ejercicios de levantamientos de cargas pesadas, ya que la tensión de los músculos del abdomen, el diafragma y músculos respiratorios puede ofrecer un mayor soporte a la espalda.
Las personas que defienden y/o utilizan esta maniobra, buscan tener un apoyo en esas tensiones para disminuir la carga axial que tienen que soportar los discos intervertebrales. Sin embargo, ese efecto protector no tendría justificación al mover pesos en posiciones que no comprometen a la espalda, como en el caso del press de banca o fuerza en banca.
La maniobra de Valsalva no parece generar mayor fuerza ni parece ser beneficiosa la mayor rigidez que se produce en el tórax para mover más peso. Tampoco favorece la estabilidad de la columna vertebral cuando se realiza levantamiento de peso. Por esta razón, es importante evitarla si se quiere seguir un modelo de entrenamiento saludable, tal y como intentaré de explicar en el próximo post.
Autor
Francisco Canales Tilve
Licenciado en Educación Física, entrenador personal y autor del blog CuerpoSapiens
Artículo original publicado en CuerpoSapiens