¿Qué hacer para que los niños no se aburran de comer siempre lo mismo? ¿Qué alimentos no deben faltar a la hora de la comida? ¿La comida debe ser diferente si tienen más actividades físicas? Aquí respondemos a estas y otras dudas.
La alimentación es clave para el correcto funcionamiento del organismo y para la prevención de enfermedades. En la etapa de crecimiento, el niño bien alimentado consigue los nutrientes necesarios para su óptimo desarrollo. Además, si tenemos en cuenta que casi el 30% de los niños españoles de entre 3 y 12 años tiene exceso de peso -un 7,1% padece obesidad y un 21,2% sobrepeso- (cifras recientes de la Fundación THAO), se hace indispensable insistir en la importancia de ofrecer una dieta sana y equilibrada que evite que los pequeños de la casa pasen a engrosar estas cifras y vean su salud perjudicada.
Aunque no siempre es fácil organizarnos y hacer un menú diferente cada día, hay que hacer un esfuerzo e intentar preparar con tiempo las compras en el supermercado pensando en los menús que se elaborarán durante la semana, siempre teniendo en cuenta los grupos de alimentos que deben contener. La dietista-nutricionista, María Garriga, señala los grupos de alimentos que no deben faltar en una comida infantil:
- Grupo 1: pasta, arroz, patata, legumbre, pan
- Grupo 2: carne, pescado o huevos
- Grupo 3: verduras y hortalizas
- Grupo 4: frutas o grupo 5: lácteos
Comer sano sin aburrirse
Según Garriga, la pasta, el arroz y la carne elaborada tipo hamburguesas o como albóndigas son los platos que más gustan a los niños. Pero hay muchas alternativas para hacer que los niños coman bien y variado. Garriga ha diseñado cinco propuestas que puedes servir como ejemplo para confeccionar los menús del mediodía:
- Lentejas con jamón y zanahoria. Albóndigas de pescado con guarnición de arroz. Brocheta de piña y fresa
- Ensalada de pasta (lechuga, pasta, atún, aceitunas). Pollo con patatas fritas. Natillas
- Sopa de letras. Pastel de pescado con mahonesa y espárragos. Plátano
- Puré de guisantes y picatostes. Croquetas de jamón y pollo con tomate. Melocotón en almíbar
- Arroz con champiñones y salsa de tomate. Hamburguesas de atún con puré de patata. Helado.
¿Más actividades más comida?
Garriga aclara que no hace falta cambiar los alimentos cuando el niño tiene más actividades durante el día. “Lo importante es intentar hacer a diario una dieta equilibrada y variada. El día que hacen ejercicio físico sí que es especialmente importante la hidratación, deben reponer los líquidos perdidos durante el ejercicio y deben beber agua antes y después de realizarlo”, aconseja.
Debemos recordar que la forma cómo elaboramos los platos también influye en la calidad de los mismos. Por esos hay que evitar las frituras, las salsas preparadas, los productos precocinados y el exceso de sal.
Otro punto importante es hacer del momento de la comida una experiencia agradable, sin discusiones, ni prisas, y en el que el niño y los padres puedan compartir un momento juntos.
Ya lo sabes, con un poco de organización, puedes conseguir que tus hijos coman más sano.
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Artículo elaborado con la asesoría de:
María Garriga, dietista-nutricionista.