Un estudio reciente apunta a que llevar una alimentación vegetariana reduce el riesgo de muerte. Aunque este tipo de dieta puede ser beneficiosa, es importante recordar que también puede motivar carencias nutricionales si la elección y consumo de alimentos no son los adecuados.
Existen muchos defensores de la dieta vegetariana e investigaciones que apuntan a que su práctica mejora la salud de quien sigue este tipo de alimentación. En concreto, un estudio reciente publicado en JAMA Internal Medicine asocia las dietas vegetarianas con un menor riesgo de muerte. Los autores partieron de la base de que existe alguna evidencia que sugiere que los patrones dietéticos vegetarianos pueden estar asociados con la reducción de la mortalidad, pero la relación no está bien establecida. Para evaluar dicha asociación, los investigadores de la Universidad de Loma Linda en California (Estados Unidos) analizaron un total de 96.469 hombres y mujeres de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que fueron reclutados entre 2002 y 2007. La dieta de dicha población fue evaluada al inicio del estudio mediante un cuestionario y que clasificó a los participantes en cinco patrones dietéticos: no vegetariana, semi-vegetariana, pesco-vegetarianos, lacto-ovo-vegetariana (que consumen huevos y lácteos) y vegana (que excluye todos los productos de origen animal).
En total, se registraron 2.570 muertes en los casi seis años de seguimiento. La tasa de mortalidad global fue de seis muertes por cada 1.000 personas/año. El estudio concluye que las dietas vegetarianas se asocian a una mortalidad más baja por todas las causas y con algunas reducciones en la mortalidad por causas específicas, sobre todo en el caso de los hombres. Los autores recomiendan que estas asociaciones favorables sean consideradas por aquellos profesionales que ofrecen orientación alimentaria.
La mejor dieta
En la FEC siempre insistimos en la gran importancia de llevar una dieta equilibrada y variada, que incluya el consumo de frutas y verduras a diario, cereales, legumbres, lácteos, aceite de oliva, pescado, carnes y en la que se eviten aquellos productos ricos en grasas saturadas. Aquellas personas que se decantan por llevar una dieta vegetarianas, semi-vegetariana, lacto-ovo-vegetariana, etc.; deben tener cuidado a la hora de elegir los alimentos que consumen para conseguir el aporte nutricional que necesitan. En este vídeo de DeCasa, la experta en nutrición, Elena Merino, habla de cómo es una dieta vegetariana:
Consejos para un aporte adecuado de nutrientes
El consumo diario de proteínas, vitaminas y minerales dependerá de la elección de los alimentos que hagamos. De ahí que sea importante estar informados de la composición nutricional de los alimentos que consumimos. Esto permitirá saber, por ejemplo, que aunque los huevos y los lácteos aportan proteínas de muy buena calidad, este suplemento también se puede conseguir si se realizan combinaciones adecuadas de legumbres con cereales (lentejas con arroz, soja con trigo y sésamo, alubias con maíz, etc.). O que para evitar el déficit de calcio, hierro y vitamina B12 es importante consumir alimentos que aportan estos nutrientes, como las lentejas, algas marinas, quinoa, cuscús, soja en grano o germinada, verduras de hoja verde. Asimismo, si se quiere favorecer la absorción del hierro, nada mejor que consumir las legumbres o las verduras de hojas verdes, como las espinacas o acelgas, junto con alimentos ricos en vitamina C (naranja, fresas, kiwi, papaya, etc.).
Ante la duda, nada mejor que consultar a un dietista-nutricionista que haga un análisis de carencias y desórdenes alimenticios y nos recomiende una dieta equilibrada y planificada.