Es de sobra conocido que una alimentación variada y equilibrada previene las enfermedades y protege la salud. De la misma forma, ciertos alimentos con propiedades antiinfalamtorias ayudan al cuerpo a revertir pequeños desajustes. Se los presentamos.
Hay alimentos que además de ser ricos y saludables tienen una virtud extra: ayudan al organismo a reducir las inflamaciones y a revertir algunos pequeños desajustes. Son los alimentos ‘medicina’, unos productos cuyas sustancias ayudan al cuerpo a crear sus propios antiinflamatorios. Esto es muy importante, porque la inflamación crónica favorece la aparición y el desarrollo de ciertos tumores, como los de colon, hígado, estómago o vejiga, la hepatitis C y la infección por Helicobacter pylori. Por ello, es importante conocer y consumir estos alimentos. La mejor medicina.
1. Hierbas y especias. Cúrcuma, jengibre, clavo, pimienta, orégano, salvia, tomillo, canela o laurel están entre los más potentes antioxidantes y antiinflamatorios naturales. La cúrcuma, por ejemplo, actúa en el organismo inhibiendo una proteína, la NF-kB, que desencadena procesos infl amatorios. El jengibre, por su parte, reduce la inflamación intestinal al evitar la síntesis de prostaglandina, que produce vasodilatación y dolor. Y las hierbas ricas en timol (orégano, tomillo, albahaca, limón) ayudan a curar bronquitis, faringitis y problemas dentales.
2. Frutos rojos. Por su concentración de antioxidantes, todas las frutas combaten la inflamación, pero los frutos rojos (en especial, arándanos y cerezas) han evidenciado propiedades antiinflamatorias más potentes gracias a su gran contenido en antocianinas. El extracto de frambuesa ayuda a prevenir la artritis y los arándanos combaten la inflamación intestinal y la colitis ulcerosa.
3. Productos ricos en Omega3. Como fuente de ácidos grasos Omega 3, el pescado azul ayuda a reducir inflamaciones y a proteger las membranas celulares de sus efectos adversos si se consume, al menos, dos veces a la semana. Además de estos ácidos grasos, los vegetales de hoja verde (espinacas, col, brécol, acelgas) contienen vitamina E, que protege al organismo de las citoquinas, moléculas que causan infl amaciones.
4. Té verde. El té, especialmente el verde, tiene la capacidad de actuar como un antiinflamatorio natural. Puede ayudar en casos de artritis, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, inflamaciones intestinales que pueden desencadenar un cáncer de colon. En este sentido, existen esperanzadores estudios sobre los efectos del té verde en la prevención de algunos tipos de cáncer, como el de colon.
5. Hongos y setas. Investigadores del Centro para la Calidad de los Alimentos de Soria estudian desde 2008 diversos compuestos alimenticios para comprobar sus efectos antioxidantes, antitumorales, antiinflamatorios, antimicrobianos, y han documentado muchos de ellos en las setas comestibles y las trufas. Estos hongos contienen diferentes tipos de polisacáridos, terpenos, péptidos y fenoles que podrían servir de base para la creación de nuevos y potentes antiinfl amatorios naturales.
6. Vegetales fermentados. Los tradicionales encurtidos (aceitunas, pepinillos, cebolletas) son populares en España, pero otras verduras fermentadas como chucrut (repollo fermentado), el miso (elaborado con habas de soja) o el tempeh (otro derivado de la soja en forma de pastel) se están empezando a popularizar. Y el vino y la cerveza también son alimentos fermentados. Estos productos cuidan la flora intestinal, refuerzan el sistema inmunológico y previenen la inflamación crónica del intestino, origen de numerosas enfermedades. Pero para que conserven todas sus propiedades saludables, los vegetales deben fermentar en sal marina, nunca en vinagre.
7. El ajo, mejor que un ibuprofeno. Esta hortaliza actúa igual que ciertos antiinfl amatorios, como el ibuprofeno, gracias a uno de sus compuestos, la alicina, que solo se libera cuando el ajo está crudo. Es eficaz como antibiótico contra hongos y bacterias, y reduce el bloqueo de las arterias, la presión arterial y el colesterol, por lo que ayuda a controlar las enfermedades cardiovasculares. También previene de ciertos tipos de cáncer: se ha constatado que los consumidores de ajo reducen en un 60% las probabilidades de desarrollar tumores en el estómago. Como antiinfl amatorio, se usa para tratar infecciones leves como la bronquitis, la sinusitis, la laringitis, la rinitis o la gastroenteritis.
Artículo publicado por Susana Macías en el Nº 117 de a revista Salud y Corazón.