Entre dos y dos millones y medio de pacientes en España padecen insuficiencia cardíaca, una enfermedad que se puede combatir si se diagnostica a tiempo. El tratamiento no solo consigue alargar la vida del paciente sino que también mejora su calidad de vida, y por esa razón es clave acudir al médico en caso de que presentemos síntomas que puedan relacionarse con la enfermedad.
Fue una de las recomendaciones que el doctor Domingo Marzal, cardiólogo del Complejo Hospitalario de Mérida y miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC), lanzó el pasado martes en la segunda sesión del V Foro Cardiovascular para Pacientes y Familiares. En ella explicó que las manifestaciones más frecuentes de esta patología son el cansancio, la disnea o falta de aire y la hinchazón de ambos tobillos o incluso de las piernas.
Grupos de riesgo
Durante la fase de relajación diastólica, el corazón aspira sangre para luego, tras una potente contracción, enviarla a través de la aorta al resto del organismo, de forma que todos los órganos reciban el oxígeno y los nutrientes que necesitan. El funcionamiento del corazón es parecido al de una máquina casi perfecta que, en condiciones normales, se contrae unas 100.000 veces cada día. “Si fuéramos capaces de concentrar en un solo vector de fuerza toda la energía que un corazón desarrolla a lo largo de un día, esa energía sería capaz de levantar un peso de 100 kilos a una altura de 100 metros, lo que da una idea de la potencia que tiene un corazón”, explicó el doctor José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón y moderador de esta sesión del foro cardiovascular.
Sin embargo, ese funcionamiento casi perfecto puede dejar de darse por distintas causas. Es entonces cuando el corazón entra en insuficiencia cardíaca, y al hacerlo se reduce notablemente nuestra esperanza de vida. El doctor Palma explicó que, de no tratarse adecuadamente, el porcentaje de fallecimientos en los siguientes dos años a la aparición de la insuficiencia cardíaca se sitúa en torno al 50%.
La buena noticia es que con recursos tanto farmacológicos como no farmacológicos podemos solucionar la insuficiencia cardíaca. Por eso es tan importante reconocer los síntomas de esta patología, de forma que podamos tratarla. Y con ese objetivo se están creando unidades específicas para el diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardíaca cada vez en más hospitales.
Aunque cualquiera de nosotros puede sufrirla, los especialistas advierten que hay colectivos con mayor riesgo que deberían estar especialmente alerta ante cualquier síntoma. Entre quienes tienen más probabilidades de presentar la enfermedad se encuentran los siguientes grupos:
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Personas con enfermedades en las arterias del corazón
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Personas mayores. La edad es la causa más frecuente de insuficiencia cardíaca.
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Hipertensos. La hipertensión arterial mantenida en el tiempo puede provocar un daño en las arterias y en la función del corazón.
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Personas con arritmias. Las arritmias acaban debilitando el corazón.
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Pacientes con valvulopatías. Quienes tienen enfermedad de las válvulas del corazón también pueden padecer insuficiencia cardíaca.
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Quienes sufren miocardiopatía dilatada.
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Los consumidores de grandes cantidades de alcohol.
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Consumidores de determinados fármacos que pueden producir afectación del corazón, como algunos fármacos relacionados con el tratamiento del cáncer.