La mayoría de las emergencias cardiovasculares se producen en el hogar: tres de cada cuatro paradas cardiacas ocurren en nuestro domicilio. De cómo actuemos en ese momento y el tiempo que tardemos en reaccionar depende nuestro futuro. Por eso lo primero es reconocer que lo que nos está pasando es una emergencia cardiaca.
Distintos síntomas, como el dolor torácico intenso, la disnea, una crisis hipertensiva o la pérdida de consciencia si se produce en determinadas circunstancias pueden dar la voz de alarma. Lo contamos en profundidad en este artículo.
Ese primer paso, el de saber que estamos ante una emergencia cardiovascular, es el más importante, asegura el Dr. Francisco Javier Noriega Sanz, médico adjunto de la Unidad Coronaria del Hospital Clínico San Carlos y miembro de la FEC. Según explicó el pasado martes en la primera sesión del V Foro Cardiovascular para Pacientes y Familiares, tras reconocer la situación la siguiente acción debería ser la de avisar a los servicios de emergencias. Estos son los pasos a seguir a partir de entonces:
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Una vez hecha la llamada, el consejo de los profesionales sanitarios si nos encontramos solos en casa es procurar localizar a algún familiar o amigo que viva cerca. En caso de que no sea posible podemos acudir a un vecino para que se mantenga con nosotros mientras esperamos a los servicios de emergencias.
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En cuanto a la espera, el Dr. Noriega explicó que lo más importante es el reposo. “Intentar evitar cualquier tipo de actividad es fundamental, igual que procurar mantenernos tranquilos. Además, en pacientes que ya han tenido un infarto, se les explica que en caso de que vuelvan a sentir el mismo dolor pueden tomar una medicación, nitroglicerina sublingual, con la que intentamos abrir las arterias y calmar el dolor”, señaló en el foro cardiovascular.
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En caso de que se produzca una parada pardiaca mientras llegan los servicios de emergencias, es vital que la persona que se encuentre a nuestro lado inicie las maniobras de reanimación cardiopulmonar. De esa manera podremos ganar tiempo: ante una parada cardiorespiratoria, cada minuto sin reanimación cardiopulmonar puede disminuir la supervivencia entre un 7 y un 10%.
Recuadro: ¿Existen los síntomas previos?
Los pródromos, o síntomas iniciales que preceden al desarrollo de una enfermedad, pueden darnos una señal de alerta previa. En el caso del infarto los síntomas pueden aparecer de manera repentina, sin que hayamos podido notarlos los días previos. Sin embargo, en algunas ocasiones sí hay síntomas previos. Según explicó el Dr. Macaya en la primera sesión del V Foro de Salud Cardiovascular para Pacientes y Familiares, un alto porcentaje de los infartos producidos por arteroesclerosis sí tienen pródromos. Ocurre cuando la arteria que irriga el corazón no está obstruída del todo, hay algo de riego aunque poco. En esa situación podemos sentir dolores asociados a hacer algún esfuerzo, como caminar o coger peso. Suelen ser dolores de poca duración que desaparecen solos. Consultar al médico en caso de que nos encontremos en esa situación es importante.