Las previsiones relacionadas con la enfermedad de la diabetes tipo 2 no son nada halagüeñas: si no cambiamos nuestros hábitos de vida, dentro de dos décadas no serán 366 millones de personas las que sufran diabetes, cifra que se corresponde con el número de enfemos en la actualidad en todo el mundo, sino el doble.
A su vez, al incrementarse el número de personas con diabetes, se mutiplicará la prevalencia de la enfermedad cardiovascular, ya que varios estudios aseguran que la relación entre diabetes y problemas cardiovasculares es muy estrecha. “Las diversas investigaciones que se han realizado al respecto muestran un aumento de entre dos y cuatro veces el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular, y más del 80% de los pacientes diabéticos de tipo 2 sufren en el transcurso de la enfermedad problemas vasculares que provocan infarto de miocardio, ictus, insuficiencia vásculo-renal o trastornos vasculares periférico”, explica el Dr. José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón. “Se trata de un riesgo a tener muy en cuenta, por lo que el control de la diabetes es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos hoy en día”, añade.
La razón de que el control de la diabetes sea clave para una buena salud es que la hiperglucemia, o aumento de glucosa en sangre, provocará daño en diversos órganos del cuerpo si no mantenemos controlados los niveles. Además, pueden verse afectados los vasos sanguíneos pequeños, lo que produce complicaciones microvasculares como la retinopatía que puede llevar a la ceguera, la neuropatía o la nefropatía, que es la causa más frecuente para la hemodiálisis. También es posible que se vean afectadas arterias de mayor calibre, en cuyo caso hablamos de complicaciones macrovasculares, lo que se traduce en cardiopatía isquémica y sus manifestaciones clínicas (angina, infarto...).
La buena noticia es que, tal como ha indicado la World Heart Federation, mantener a raya la diabetes puede reducir hasta en un 42% la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular y en un 57% el riesgo de infarto, ictus o muerte por causa cardiovascular. Esa es la razón por la que quienes ya padecen la enfermedad deben seguir una serie de recomendaciones que ayudan a prevenir posibles consecuencias cardiovasculares. Estas mismas recomendaciones son válidas para evitar que aparezca la diabetes tipo 2, por lo que seguirlas es la mejor prevención contra esta patología:
- Alimentación saludable y equilibrada. Priorizar los alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra, evitar consumir carnes muy grasas o sustituirlas por carnes magras, no olvidarse de incluir en el menú verduras, hortalizas, legumbres y pescados, reducir la ingesta de azúcares y de hidratos de carbono, en especial los de alto índice glucémico, o evitar en lo posible el consumo de alcohol son algunas de las recomendaciones a seguir para mantener un buen estado de salud y controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Practicar ejercicio de forma frecuente. El sedentarismo es una de las causas de la aparición de la diabetes tipo 2, por lo que una herramienta para prevenir la enfermedad es el deporte. Entre quienes ya padecen diabetes, practicar rutinas deportivas de forma regular también ayuda al control de la patología.
- Dejar de fumar. Abandonar el tabaco es igualmente una buena estrategia para evitar tanto la aparición de la diabetes – se calcula que los fumadores tienen entre un 30 y un 40% más probabilidades de padecer diabetes tipo 2 que los no fumadores- como para prevenir complicaciones derivadas de la diabetes.