El frío y los ambientes secos son el hábitat ideal para la proliferación de este incómodo virus. Como complemento a la vacuna, existen sencillos métodos que mantendrán nuestro organismo a salvo.
Con la llegada del frío, pocos son los que se libran de pasar unos días con tos, fiebre, dolor muscular, de cabeza, de garganta, escalofríos y secreción nasal; los síntomas que la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos atribuye a la gripe. Una enfermedad que cada año asoma con mayor virulencia: la temporada de gripe en España arrancó a principios de 2017 con un aumento de casos del 26% solo en una semana, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III.
La mejor medida para evitar este virus asociado al invierno (debido a que es más estable y permanece más tiempo en el aire cuando el ambiente es frío y seco, según un estudio publicado en PLoS Pathogens) es recibir una vacuna antigripal, efectiva en un 60% o 70% de la población sana. Eso no impide que determinadas medidas caseras puedan ayudar a prevenir la enfermedad o a minimizar sus efectos.
Las reglas que no fallan
1. Extreme la higiene personal. Un proyecto de investigación del Instituto de Salud Carlos III halló que el lavado de manos con agua y jabón tiene “un efecto preventivo de casos de gripe que hubieran requerido ingreso hospitalario”. Por tanto, recomienda lavárselas “al menos cinco veces al día (y mejor 10 o más)”. Evite compartir los objetos de aseo (toallas, vasos de enjuague bucal). Al toser, cubra su boca y nariz con pañuelos de papel: acto seguido tírelos a la basura.
2. Ventile diariamente la casa, habitaciones y espacios comunes. No descuide tampoco la limpieza de superficies y objetos que se pueden compartir (vasos, cubiertos, pomos de las puertas, incluso teléfonos). Hágalo con agua muy caliente, pues el virus se inactiva a una temperatura superior a los 70 grados centígrados.
3. Siga una dieta saludable: ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Además, las personas con sobrepeso no responden igual de bien a la vacuna de la gripe, según un estudio de 2012 publicado en International Journal of Obesity, y son más propensos a sufrir complicaciones cuando padecen esta enfermedad, dictaminó otro artículo de la misma publicación en 2013.
4. Haga del sueño una prioridad. Un estudio publicado en 2009 en Archives of Internal Medicine asegura que las personas que duermen menos de siete horas tienen tres veces más probabilidades de coger un resfriado que las que duermen ocho horas o más.
5. Haga ejercicio intenso con regularidad. Una investigación llevada a cabo por la London School of Hygiene and Tropical Medicine concluyó, tras entrevistar a más de 4.800 personas sobre sus hábitos, que aquellos que hacen ejercicio vigoroso durante al menos dos horas y media a la semana tienen un 10% menos de posibilidades de contraer gripe.
Artículo publicado por Miguel Ángel Bargeño en el Nº 126 de la revista Salud & Corazón.