Un café rápido, al que algunos suman algo de repostería industrial, es el desayuno de muchos españoles. Una forma de comenzar el día poco aconsejable según han confirmado distintas investigaciones. Entre ellas, el estudio The Importance of Breakfast in Atherosclerosis Disease: Insights From the PESA Study, según el cual desayunar menos del 5% de las calorías diarias recomendadas, que serían unas 100 en una dieta de 2.000 calorías por día, duplica el riesgo de padecer lesiones ateroscleróticas en las arterias.
Concretamente los investigadores observaron mayor presencia de placas ateroscleróticas (hasta 1,5 veces más) y una afectación en varias regiones hasta 2,5 veces mayor en quienes desayunaban muy poco o nada. Otra de las observaciones que hicieron los investigadores del estudio tras analizar los distintos grupos es que aquellos que desayunan muy poco o nada se caracterizan por seguir una dieta menos saludable y tener mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular.
De ahí que el estudio no solo confirme el importante papel del desayuno en la salud cardiovascular, a la que podemos proteger siguiendo un desayuno energético y variado, sino que también sugiere que saltarse la primera comida del día es un marcador de un estilo de vida poco saludable. Así, un desayuno con alto contenido energético resulta más eficaz para evitar placas de grasa y lesiones ateroscleróticas en sus inicios que otro tipo de desayunos porque la ingesta energética de la mañana afecta al reloj biológico del hipotálamo, de forma que quienes no desayunan acaban comiendo más y peor el resto del día.
¿En qué consiste un desayuno saludable?
La evidencia científica es clara respecto a los beneficios que puede tener en la salud cardiovascular un desayuno completo. Pero, ¿qué se considera un buen desayuno? Para los especialistas, es el que contiene energía y variedad suficiente. Por eso debe aportar en torno al 20% de la energía total que necesitamos a diario a través de tres grupos de alimentos: lácteos, frutas y cereales y derivados.
Aunque un buen desayuno, que contribuya a darnos la energía suficiente para las primeras horas del día sin abusar de sal, azúcares o grasas trans, puede adquirir muchas modalidades, los especialistas consideran que un buen ejemplo de desayuno saludable consiste en los siguientes ingredientes:
- un lácteo (un vaso de leche o un yogur).
- una o dos piezas de fruta.
- una o dos porciones de pan integral.
- alguna proteína de buena calidad como huevos o jamón ibérico.
- una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen extra.