Tanto la periodontitis como la enfermedad cardiovascular afectan a gran parte de la población. La primera, a unos 800 millones de personas en el mundo; la segunda se estima que al menos a 500 millones. Y las investigaciones dicen que ambas están relacionadas. Por eso, tratar el problema de salud bucodental puede influir positivamente en nuestra salud cardiovascular.
Como explicó el doctor Rafael Alvarado Botev, coordinador del área funcional de implantología y cirugía bucal del Grupo Vitaldent, en el encuentro de la Semana del Corazón ‘Cuidando tu boca cuidas tu corazón’, la periodontitis es una enfermedad inflamatoria crónica asociada a unas bacterias que afectan a las encías y los huesos que rodean los dientes. En el año 2000 empezaron a publicarse los primeros estudios que relacionaban esta patología con las enfermedades cardiovasculares. Y hace tan solo dos años, un comité de expertos se reunió para encontrar evidencias y sacar algunas conclusiones, entre las que las principales fueron que las personas con periodontitis tienen mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares subclínicas, de enfermedad de arterias coronarias y riesgo de infarto, de enfermedad cerebrovascular, de enfermedad arterial periférica y de otras enfermedades cardiovasculares como la fibrilación atrial.
La explicación es que la periodontitis es una enfermedad inflamatoria e infecciosa causada por bacterias en la boca que producen una inflamación constante en las encías. Una situación que origina efectos proinflamatorios además de provocar alteración en el sistema inmune, favorecer trombosis y fomentar alteraciones de la síntesis del corazón. Además, la inflamación que existe en la encía eleva una serie de marcadores de sustancias que son protrombóticas y proinflamatorias, las mismas que provocarían la afectación vascular.
Cómo prevenir
Como explicó el doctor Alvarado Botev, la buena noticia es que podemos mejorar la salud cardiovascular si gozamos de una buena salud bucodental. Así lo evidencian estudios como el de la doctora Eva Muñoz Aguilera, en el que se comprobó que tratando pacientes que tienen periodontitis e hipertensión no controlada, esta última reducía sus cifras. “A los dos meses después de un tratamiento periodontal se consiguieron reducir las cifras de hipertensión”, señaló el coordinador del área funcional de implantología y cirugía bucal del Grupo Vitaldent.
Por su parte, el doctor Juan José Gómez-Doblas, cardiólogo del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, recordó en el mismo encuentro que los factores de riesgo que se relacionan con la aparición de la enfermedad periodontal están presentes en la enfermedad cardiovascular, entre ellos el tabaco, la diabetes, la obesidad o el estrés. De hecho, el paciente con enfermedad periodontal tiene un peor pronóstico en la enfermedad cardiovascular. De ahí que una forma de proteger tanto la salud cardiovascular como la bucodental sea controlar los factores de riesgo que tienen relación directa en ambas áreas.
Pero además, se podría prevenir la enfermedad cardiovascular a través de la prevención en la enfermedad periodontal. Según el doctor Gómez-Doblas, es fundamental que “el odontólogo no solo trate dientes, sino que sea un agente de salud. Tiene una oportunidad para identificar riesgo cardiovascular y poner en alerta al paciente de que tiene ese riesgo”, señaló añadiendo que si se diagnostica periodontitis, ya hay riesgo de enfermedad cardiovascular. “De hecho, el tratamiento periodontal y de mantenimiento va a tener beneficio no solo en la boca sino también en la prevención de eventos cardiovasculares”, afirmó.
De igual forma, los cardiólogos también pueden advertir a sus pacientes que la periodontitis es un factor de riesgo cardiovascular, por lo que es necesario informarles de la relación entre enfermedad cardiovascular y bucodental, ofreciendo consejos de salud oral. De esa forma, es posible reducir la inflamación sistémica, lo que beneficia tanto a la salud de la boca como a la del corazón.