A pesar de que mueren más mujeres que hombres por enfermedad cardiovascular -según datos del INE publicados el año pasado, en 2020 murieron casi 8.000 mujeres más que varones por causa cardiovascular-, la creencia de que los hombres son los más afectados por infartos y otros accidentes cardiovasculares está muy presente en nuestra sociedad. Según los expertos se debe a muchos factores, entre ellos a que antes de la menopausia las mujeres están parcialmente protegidas por los estrógenos fisiológicos.
Con la llegada de la menopausia y la consiguiente disminución de la producción de estos estrógenos, se producen una serie de cambios en el organismo de la mujer que pueden provocar que el riesgo de enfermedad cardiovascular se multiplique. Como explica la doctora Nieves Tarín en este artículo, durante el período fértil las mujeres cuentan con la protección de los estrógenos, unas hormonas femeninas que ayudan a mantener a raya determinados factores de riesgo cardiovascular. Sin embargo, al finalizar esa fase fértil, el perfil de riesgo cardiovascular se ve alterado. La razón es que suelen aumentar tanto los niveles altos de colesterol como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, todos ellos importantes factores de riesgo cardiaco.
Por eso, aunque la edad de aparición del riesgo y de los problemas cardiovasculares en la mujer es algo más tardía en comparación con los hombres, la realidad es que las cosas comienzan a igualarse a partir de los 50 años debido a los cambios que se producen con la menopausia. De ahí que los expertos aconsejen prestar más atención al corazón femenino al llegar a esta etapa, y esto es especialmente relevante cuando el inicio de la menopausia llega antes de los 45 años, lo que los especialistas llaman menopausia precoz o prematura. Según el metaanálisis Association of Age at Onset of Menopause and Time Since Onset of Menopause With Cardiovascular Outcomes, Intermediate Vascular Traits, and All-Cause Mortality, publicado en JAMA Cardiology, hay un mayor riesgo de cardiopatía coronaria, mortalidad por ECV y mortalidad general en mujeres que experimentan una menopausia prematura. Igualmente, el estudio Premature Menopause and 10-Year Risk Prediction of Atherosclerotic Cardiovascular Disease concluye que la menopausia precoz prematura aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica.
Cómo prevenir
Vigilar los factores de riesgo cardiovascular que pueden verse afectados por la llegada de la menopausia es la herramienta con la que poder prevenir posibles problemas. Para ello, los cardiólogos recomiendan seguir un estilo de vida saludable. Las recomendaciones preventivas relacionadas con una alimentación sana y equilibrada basada en la dieta mediterránea y realizar ejercicio físico con frecuencia a lo largo de la semana (al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado, o 75 minutos de actividad aeróbica intensa) son esenciales para cuidar la salud del corazón. Y, por supuesto, abstenerse de fumar. Los profesionales de los equipos de atención primaria, médicos especialistas en medicina de familia y comunitaria y los profesionales de enfermería cuentan con protocolos para optimizar el control de los factores de riesgo cardiovascular