Son una buena fuente de fibra que ayuda a regular el tránsito intestinal, incrementar la sensación de saciedad y mejorar la composición bacteriana. Pero además, si consumimos cereales integrales a diario, podríamos reducir la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Son las conclusiones del estudio de un grupo de investigadores de la Harvard School of Public Health y publicado en la revista JAMA Internal Medicine, en el que se analizó la asociación existente entre una dieta regular rica en cereales integrales (trigo, avena, cebada, centeno, arroz) y el riesgo de mortalidad total y mortalidad cardiovascular. La investigación se centró en los datos procedentes de dos estudios de seguimiento prospectivo a largo plazo realizados sobre una muestra de pacientes libres de enfermedad cardiovascular y de cáncer, y su conclusión es que tomar cada día 28 gramos de cereales integrales reduce en un 9% la mortalidad por enfermedad cardiovascular y hasta un 5% la mortalidad total.
¿Por qué son tan beneficiosos?
El secreto de que los productos elaborados con harinas integrales sean aliados de nuestra salud cardiovascular se encuentra principalmente en el salvado, la cáscara que protege a la semilla del cereal, ya que los cereales integrales, al no estar refinados, conservan esta parte rica en fibra, que ralentiza la absorción de azúcares y ayuda a disminuir los niveles de colesterol en la sangre. También se conservan las otras dos partes que componen el cereal: el germen, que es el embrión que hay dentro de la semilla; y el endospermo, que constituye la parte más abundante del grano del cereal y la principal fuente de alimentación cuando la planta empieza a nacer del germen. Esta última es la parte que proporciona más nutrientes en forma de vitaminas y minerales.
Desayunos completos
Para integrar los cereales integrales en nuestra alimentación diaria, una buena opción es consumirlos en el desayuno, una de las comidas clave del día. Según los expertos, debe aportar energía suficiente - en torno al 20% de la energía total que necesitamos a diario - y contener al menos tres grupos de alimentos.
Concretamente, los alimentos que debería incluir un buen desayuno según el informe de la Fundación Española de la Nutrición ‘Estado de Situación sobre el Desayuno en España’ son leche y derivados (yogur, queso, etc.), que aportan proteínas de alto valor biológico, grasa, hidratos de carbono, vitaminas liposolubles en lácteos enteros, fósforo y calcio; cereales integrales y derivados, que proporcionan hidratos de carbono complejos, algo de proteína y poca grasa además de vitaminas del grupo B, minerales y fibra; y frutas, de las que obtenemos principalmente hidratos de carbono, fibra, vitaminas hidrosolubles (especialmente A y C) y minerales.
También es buena idea incluir algún alimento más como el aceite de oliva virgen extra, tomate, frutos secos, huevos, jamón o legumbres.