Aunque la ley antitabaco haya ayudado a que cada vez sean menos los que enferman por fumar, España es el noveno país de la Europa de los 28 con mayor porcentaje de fumadores: 29% frente al 26% de la media Europea. Solo en nuestro país, el número de muertes provocadas por el tabaco se estima en unos seis millares al año.
Esa cifra implica que el tabaquismo sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública, sobre todo si tenemos en cuenta no sólo los fallecimientos directos sino también la gran cantidad de enfermedades que se ven favorecidas por la adicción al cigarrillo. El tabaco es factor de riesgo para casi todas las enfermedades cardiovasculares, y eso significa que eliminándolo de nuestros hábitos estaremos haciendo un gran regalo a nuestro corazón. Por esa razón, incluir en los propósitos para el nuevo año dejar de fumar es un estupendo primer paso para ganar salud.
Según los expertos, una de las herramientas que puede ayudar a quienes están intentando dejar el hábito del tabaco es contar con información acerca de cómo fumar afecta a su futuro, y lo hace de una forma crucial: se estima que los fumadores ven reducida su esperanza de vida en una media de 10 años, y que al menos la mitad de ellos morirán por una causa relacionada con el tabaco.
Para ganar años de vida y salud, los médicos aconsejan iniciar el proceso de deshabituación tabáquica, en el que se atraviesan distintas fases:
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Precontemplación
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Contemplación
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Preparación
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Acción
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Mantenimiento
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Finalización
La primera etapa, la precontemplación, tiene lugar cuando el fumador no se plantea seriamente dejar de fumar, mientras que en la contemplación el fumador ya empieza a valorar seriamente los beneficios que le reportaría abandonar el tabaco. En la siguiente fase, la de preparación, ya se ha decidido dejar el tabaco en un plazo de tiempo muy próximo. Cuando llega esa fecha comienza la fase de acción, el abandono real del tabaco. Lo que diferencia la fase 5 -mantenimiento- de la 6 -finalización- es el tiempo transcurrido desde que se dejó de fumar. Se considera que el ex fumador se encuentra en la fase de mantenimiento cuando han pasado menos de cinco años desde que dejó de fumar. Pasará a la siguiente, la de finalización, cuando haya pasado el umbral de los cinco años.
En cuanto a los beneficios de abandonar el tabaco, estos son algunos de ellos:
- Reduce la tasa de reinfarto y muerte súbita entre un 20% y un 50%.
- Tres años después de haber dejado el tabaco, el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular del exfumador es el mismo que el de alguien que no haya fumado nunca.
- Mejora la respiración y reduce el cansancio.
- Disminuye la predisposición a toser y contraer infecciones.
- La piel y el rostro se recuperan del envejecimiento prematuro.
- Se recobra los sentidos de gusto y olfato.
- El deterioro de la función pulmonar se ralentiza.