La sal es enemiga de nuestro corazón. Pero las especias pueden ayudarnos a dar sabor a nuestros platos sin añadir más sodio del recomendado. Es un condimento esencial para quienes quieran cuidar su salud cardiovascular sin que los platos pierdan sabor.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un elevado consumo de sodio –más de 2 gramos al día, el equivalente a 5 gramos de sal diarios– y la absorción insuficiente de potasio contribuyen a la hipertensión arterial, una enfermedad que incrementa el riesgo de sufrir una cardiopatía y un accidente cerebrovascular (ictus).
Sin embargo, esto no significa que debamos acostumbrarnos a seguir una dieta insulsa: las especias pueden ayudarnos a llenar de sabor nuestras comidas sin necesidad de añadir tanta sal. “Las especias y hierbas aromáticas se han utilizado desde la antigüedad para aromatizar nuestros platos. Gracias a su alto contenido en aceites esenciales potencian y realzan los olores y sabores de nuestros alimentos, aportando, además, propiedades beneficiosas para nuestra salud”, explican desde el departamento de I+D de la empresa de especias y condimentos Carmencita. Incluso ya existen sales en las que el sodio ha sido sustituido por potasio y su uso está recomendado a hipertensos.
Especias naturales
Eso sí, hay que ser cuidadosos con el tipo de especias que utilizamos para cocinar: aunque tenemos la idea de que son hierbas o semillas y, por tanto, son naturales, en algunos casos no es así. “La adulteración en especias consiste en la sustitución o adición de sustancias no etiquetadas en el envase, ocasionando así una menor calidad en el producto final. La especia adulterada no aporta todos los beneficios para la salud que sí aporta la especia natural”, explican desde Carmencita. En algunos casos se añade tierra, cenizas, minerales o material vegetal distinto a la especia en cuestión –fibra, por ejemplo– y es importante que optemos por marcas que realicen controles físico-químicos y mocrobiológicos que controlen la calidad de las especias y hierbas. El azafrán, la pimienta y el pimentón son los condimentos más susceptibles de ser adulterados.
Ricas... y saludables
Entre las especias, hierbas aromáticas y condimentos que pueden ayudarnos a sustituir la sal de nuestras comidas se encuentran las siguientes:
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La cebolla.
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El ajo en polvo (que, además, ayuda a reducir la presión arterial).
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La pimienta negra.
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El clavo de olor.
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El orégano.
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El romero.
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El tomillo.
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La nuez moscada.
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El jengibre.
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El pimentón.
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El azafrán.
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El comino.
Artículo publicado por Sergio Muñoz en el Nº 123 de Salud & Corazón.