Del 29 de septiembre al 3 de octubre, cientos de corredores se calzarán sus zapatillas para correr en el formato virtual de la #CarreradelCorazón por la prevención cardiovascular. También lo harán quienes se hayan decidido por la edición presencial, este año con límite de participantes y en dos oleadas. Todos ellos nos ayudarán a concienciar de la importancia de practicar ejercicio para controlar los factores de riesgo cardiovascular y prevenir enfermedades cardiacas. Pero para disfrutar de esa carrera de 10 kilómetros y de los beneficios que trae el ejercicio intenso, hay algunas recomendaciones a tener en cuenta.
Los especialistas aconsejan no olvidarse de estas cinco:
- Chequear nuestra salud
El reconocimiento predeportivo, también conocido como screening cardiovascular o valoración cardiovascular preparticipativa (VCVP) es un reconocimiento médico que tiene como objetivo descartar enfermedades que predisponen a complicaciones cardiovasculares con el deporte. Así nos aseguraremos de que nuestro cuerpo no tiene dificultades con el ejercicio intenso. Suele incluir una exploración del aparato cardiovascular con auscultación, toma de presión arterial y pruebas que pueden variar según el criterio del profesional médico, pero que con frecuencia consisten en un electrocardiograma, un ecocardiograma y la prueba de esfuerzo.
- Seguir un programa de entrenamiento
Contar con un programa de entrenamiento que permita llegar a la carrera en forma es otro imprescindible en opinión de los especialistas. Y ese programa debe dirigirse a los objetivos con seguridad y eficacia, lo que implica no sobrepasar determinado kilometraje semanal. Para garantizar buenos resultados se puede recurrir a un profesional del ejercicio.
- El entrenamiento invisible
La recuperación y el descanso previos a una prueba son lo que los especialistas llaman “entrenamiento invisible”. Resulta clave, porque sin ese descanso se puede producir una acumulación de fatiga física que acaba afectando a la salud. Por eso es importante dedicar siempre un tiempo al descanso y adecuar la carga de ejercicio a la capacidad de rendimiento del deportista a lo largo del periodo de entrenamiento.
- La hidratación, imprescindible
Los especialistas advierten que la hidratación es clave tanto durante el entrenamiento como en la prueba final, y la recomendación general es ingerir entre 400 ml y 600 ml de agua por hora de ejercicio. Además, el agua puede ir acompañada por sales -el sodio permite mantener los líquidos corporales-, por lo que se pueden ingerir aproximadamente 0,5 g de sodio por hora de actividad.
- Parar ante síntomas de alarma
Prestar atención a las sensaciones corporales es otra de las recomendaciones básicas del colectivo médico. Es importante reconocer si durante el ejercicio se produce dolor torácico, dificultad para respirar mayor de la que solíamos tener, disminución del rendimiento sin causa aparente, palpitaciones, mareos o sensación de desvanecimiento. Aunque es muy posible que el síntoma no se deba a causas cardiológicas, la recomendación del colectivo médico es detener la marcha y consultar con el especialista para descartar cualquier anomalía. Tener en cuenta que en estas situaciones no debemos autoexigirnos continuar con el esfuerzo ni asumir que es algo pasajero es clave. Lo aconsejable es cesar la actividad de inmediato y apartarse saliendo de la pista, sentarse o tumbarse de lado y pedir ayuda.