Cada año, 18,6 millones de personas en todo el mundo mueren por enfermedades cardiovasculares. Eso significa que el 31% de todos los fallecimientos que se dan anualmente están relacionados con patologías cardiovasculares, según datos de la World Heart Federation. Recordarlo es una forma de concienciarnos y tener presente que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el planeta, pero podría dejar de serlo si ponemos en marcha algunas rutinas que nos ayudarán no solo a controlar los factores de riesgo sino también a mejorar nuestra calidad de vida. Con ese motivo celebramos cada 29 de septiembre el Día Mundial del Corazón.
Este año resulta especialmente importante recordarlo porque para los 520 millones de personas que viven con enfermedades cardiovasculares, la COVID-19 supone un riesgo añadido. En el caso de los pacientes cardiovasculares, contagiarse del virus tiene como consecuencia la posibilidad de desarrollar complicaciones, por lo que su situación es especialmente vulnerable. De ahí la necesidad de prevenir la enfermedad cardiovascular o, en caso de que se padezca, controlarla prestando toda la atención posible a los factores de riesgo. Entre ellos, los principales son fumar, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, los niveles elevados de colesterol y el sedentarismo.
Por eso, el próximo 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón, queremos pedirte que cuides de tu corazón siguiendo estas recomendaciones, que te ayudarán a mantener una buena salud cardiovascular y a mejorar tu calidad de vida:
- Aliméntate de forma saludable.
Seguir la dieta mediterránea, rica en verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, y en la que se limita la ingesta de grasas saturadas en favor de las no saturadas, presentes en pescados, aguacates, frutos secos y aceite de oliva, es una eficaz manera de cuidar tu salud cardiovascular. Además, en lo posible, lo ideal es reducir al máximo el consumo tanto de azúcares libres como de grasas trans, y mantener el consumo de alcohol en los límites recomendados por tu médico.
- Haz ejercicio.
Hacer deporte es uno de los pilares de la salud cardiovascular, y según la OMS, el mínimo recomendado es de 75 minutos semanales si se trata de una actividad intensa o 150 si hablamos de actividad física aeróbica de intensidad moderada. Pero también es importante incluir además otras rutinas como ir caminando o en transporte público al trabajo si es posible, subir las escaleras en lugar de coger el ascensor si vives en un edificio de varias plantas, y mantenerte activo en casa, evitando pasar muchas horas sentado en el sofá.
- No fumes.
El tabaquismo es un importantísimo factor de riesgo cardiovascular. Por eso, si dejas de fumar estarás haciendo un gran regalo a tu corazón, y también a tu salud general, ya que fumar también puede provocar cáncer de pulmón, tumores en boca, laringe y esófago o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), entre otras enfermedades.
- Vigila tus niveles de glucosa en sangre, la presión arterial y los niveles de colesterol.
Entre los factores de riesgo que debemos mantener a raya se encuentran la diabetes, la hipertensión y la hipercolesterolemia. Vigilarlos y tomar las medidas necesarias en caso de que superen las cifras recomendadas es garantía de salud para tu corazón.
- Descansa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el sueño nocturno tenga una duración media de entre 7 y 8 horas para los adultos. Además, ese sueño debe ser reparador, para lo que es importante dormir sin interrupciones y profundamente. Y es que, según un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology, las personas que, además de llevar unos hábitos de vida saludables como realizar actividad física de forma regular, mantener una alimentación equilibrada, moderar el consumo de alcohol y no fumar, duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.