La práctica deportiva por personas que presentan determinadas afecciones del sistema cardiovascular puede suponer un riesgo. Para valorar dicho riesgo, los deportes se han clasificado utilizando la propuesta de Mitchell (Mitchell et al. 1994). Esto a día de hoy aún se sigue aplicando, por lo que consideramos importante incluirla en este blog, pero puntualizando algunas de las limitaciones que tiene.
La práctica deportiva por personas que presentan determinadas afecciones del sistema cardiovascular puede suponer un riesgo. Para valorar dicho riesgo, los deportes se han clasificado utilizando la propuesta de Mitchell (Mitchell et al. 1994). Esto a día de hoy aún se sigue aplicando, por lo que consideramos importante incluirla en este blog, pero puntualizando algunas de las limitaciones que tiene.
La clasificación de Mitchell surge para valorar el estrés que supone sobre el sistema cardiovascular la práctica de distintas modalidades deportivas con carácter competitivo y que puede verse reflejado en:
- Un mayor riesgo de muerte súbita
- Alteración cardiovascular potencialmente mortal
- Progresión de la enfermedad
Clasificación de los deportes
En la siguiente tabla (Tabla 1) se clasifica a los deportes teniendo en cuenta el componente dinámico y estático de los mismos, como también los requerimientos de intensidad en competición (baja; media y alta).
Los ejercicios y/o deportes “dinámicos” son aquellos que suponen cambios en la longitud muscular y movimientos rítmicos que implican un desarrollo de fuerza relativamente pequeño. Los ejercicios y/o deportes “estáticos” implican desarrollos de fuerza relativamente grandes con poco o ningún cambio en la longitud muscular o movimiento articular. Estos dos grupos hay que considerarlos como los extremos de un continuo, ya que la mayoría de las actividades físicas tiene un componente estático y dinámico.
En líneas generales, según esta clasificación, los ejercicios exigen más al sistema cardiovascular y aumentan el riesgo cuanto mayor es el componente estático y mayor es la intensidad del deporte.
Además, se incluyó el riesgo de lesión por colisión entre los participantes o de los participantes con un objeto y también el grado de riesgo que representa para el atleta si ocurriera un síncope repentino.
Carga dinámica baja |
Carga dinámica media |
Carga dinámica alta |
|
Carga estática baja |
Billar Bolos Cricket Curling Golf Tiro |
Beisbol Softball Esgrima Ping-pong Voleibol Tenis (dobles) |
Bádminton Esquí de fondo (técnica clásica) Hockey sobre hierba^ Carreras de orientación Marcha atlética Raquetball Running (larga distancia) Futbol^ Squash Tenis (simple) |
Carga estática media |
Arquería Carreras de coches*^ Buceo *^ Equitación*^ Motociclismo*^ |
Esgrima Eventos de campo (saltos) Patinaje artístico^ Futbol americano^ Doma (Rodeo)*^ Rugby^ Running (sprint) Surf*^ Natación sincronizada^ |
Baloncesto^ Hockey sobre hielo^ Esquí de fondo (técnica de patinaje) Futbol australiano^ Lacrosse^ Running (media distancia) Natación Balonmano |
Carga estática alta |
Bobsleigh*^ Eventos de campo (lanzamientos) Gimnasia*^ Karate/Judo^ Luge*^ Vela Escalada en roca*^ Esquí acuático*^ Halterofilia*^ Windsurf*^ |
Culturismo*^ Esquí alpino*^ Lucha^ |
Boxeo^ Canotaje/kayak Ciclismo*^ Decatlón Remo Patinaje de velocidad |
^Peligro de colisión por contacto
*Riesgo aumentando en caso de síncope
Limitaciones de la clasificación
Existen importantes limitaciones en esta clasificación, algunas planteadas por el propio autor y otras que surgen de publicaciones científicas actuales sobre la práctica de determinados ejercicios físicos y su impacto sobre el sistema cardiovascular. Hay que tener en cuenta que está clasificación es del año 1994 y el conocimiento al respecto ha experimentado una gran evolución.
A continuación, exponemos cuestiones que consideramos muy importante para entender de forma más clara lo que puede suponer la práctica deportiva y la utilización de esta clasificación:
- Esta clasificación se presenta para la práctica de deportes competitivos en su máxima expresión por lo cual su práctica con carácter recreativo no necesariamente es representativa.
- No se realizó un análisis exhaustivo (a nuestro criterio) de lo que suponen ciertas modalidades deportivas pudiendo de esta forma caer en el error en cuanto a la demanda fisiológica que puedan tener.
- No se tiene en cuenta las diferentes modalidades de algunos de los deportes incluidos, lo cual necesariamente suponen una intensidad diferente. Por ejemplo, esto sucede con el ciclismo, donde evidentemente las exigencias son muy diferentes entre una competencia de velocidad individual, en pista o en una carrera de ruta de largo recorrido.
- El entrenamiento necesario para un deporte competitivo incluye aspectos que no necesariamente tiene que ver con la práctica deportiva y que aquí tampoco es tenido en cuenta.
- Tampoco se contempla que un determinado deporte puede suponer una intensidad diferente en función del estatus fisiológico (aptitud física) de quien lo practique.
- Para los deportes de equipo esta clasificación se basa en las mayores exigencias cardiovasculares que representa, pero pueden existir diferencias de intensidad de acuerdo a la posición que se ocupe. Por ejemplo, en futbol, no supone lo mismo ocupar la posición de centrocampista que la de portero.
- Actualmente hay suficiente evidencia para afirmar que determinados ejercicios/deportes aquí considerados como “estáticos” o “dinámicos con resistencia alta” podrían producir efectos diferentes a lo planteado en esta clasificación. Por lo cual, son cuestionables algunos de los efectos que podrían tener sobre el sistema cardiovascular.
- No se contempla el estrés emocional al que está sometido un deportista en un evento competitivo, por lo que un deporte que, en teoría, tendría poca afectación simpática podría resultar estresante en determinadas situaciones propias de la competición.
- Los efectos de las condiciones ambientales pueden aumentar sustancialmente el estrés sobre el sistema cardiovascular, de forma que algunas actividades clasificadas como “más seguras” podrían no serlo en determinadas circunstancias (alta temperatura y alta humedad ambiental; altitud; etc.)
Necesidad de contextualizar
De todo esto surge la importancia de dar un contexto a la práctica deportiva y los posibles efectos agudos que tenga la misma, ya que de ello dependerá el posible riesgo cardiovascular. Por esto, creemos que habría que analizar las siguientes cuestiones:
- Conocer las demandas (fisiológicas, técnicas, etc.) del deporte en cuestión, incluida la modalidad del mismo.
- Conocer si dicho deporte se practica de forma competitiva o de forma recreativa.
- Existencia o no de la posibilidad de controlar la intensidad del esfuerzo deportivo.
- Analizar el estatus fisiológico y técnico del deportista para poder entender lo que supone para él la práctica deportiva.
- Analizar el entrenamiento que se realice y sus efectos (no solo los efectos del propio deporte).
- Evaluar el riesgo de colisión con otros deportistas u objetos
- Evaluar el nivel de aislamiento que supone la práctica deportiva que podría limitar la asistencia en caso de síncope, como también si se práctica en ambientes que de por sí serían peligrosos en estos casos (por ejemplo, deportes acuáticos).
- Valorar el efecto emocional que supone para el deportista el entorno competitivo.
- Conocer las condiciones ambientales en la que se práctica el deporte (altitud, temperatura, humedad, hora del día, etc.).
Conclusión
Después de este análisis podríamos considerar que la clasificación de Mitchell se presenta útil sobre todo en lo referido al riesgo de colisión y de los riesgos que supondría desarrollar un síncope. Por lo demás, es importante conocer las limitaciones y errores de concepto que presenta. Si utilizamos esta clasificación sin comprenderla e interpretarla correctamente se puede caer en el error de limitar la práctica deportiva en personas que no sería necesario.
Para poder valorar de forma precisa el riesgo de determinadas actividades deportivas en pacientes con afecciones cardiovasculares habría que realizar un análisis exhaustivo de las condiciones en las cuales se practica el deporte; conocer en profundidad el deporte, al deportista, y el entrenamiento que se desarrolla para tal fin.
En la siguiente entrada de este blog abordaremos la clasificación de los deportes desde otra perspectiva que nos ayudará a entender a nivel general las demandas fisiológicas de los mismos.