Existen muchas formas para clasificar los deportes. La que se propone aquí tiene el objetivo de explicar de forma general la exigencia de los deportes más comunes. Evidentemente, el que desee profundizar en este tema, debería buscar información más detallada en un especialista.
Existen muchas formas para clasificar los deportes. La que se propone aquí tiene el objetivo de explicar de forma general la exigencia de los deportes más comunes. Evidentemente, el que desee profundizar en este tema, debería buscar información más detallada en un especialista.
Empezaremos separando los deportes más comunes en dos grandes grupos según la estructura de la tarea motriz y luego explicaremos de forma global las demandas de fuerza y resistencia aeróbica en función de la intensidad y la duración de los mismos.
Clasificación según su estructura
Cíclicos de prestación continua
Son aquellos que, independientemente de la duración e intensidad, se caracterizan por la repetición de un gesto de forma continuada (repetición cíclica), normalmente para conseguir un desplazamiento del individuo por medio de sus capacidades físicas.
Algunos de los deportes cíclicos más comunes son:
- Pedestrismo (carrera a pie)
- Ciclismo
- Natación
- Remo
- Piragüismo
- Triatlón
Acíclicos de prestación intermitente
Son aquellos que se caracterizan por un cambio constante e inestable de la actividad (cambios de dirección, intensidad, velocidad, distancias, etc.) y que demandan un amplio repertorio de técnicas. El carácter de “intermitente” hace referencia a cambios importantes en la intensidad.
Algunos de los deportes acíclicos de prestación intermitente más comunes son:
- Fútbol
- Baloncesto
- Rugby
- Balonmano
- Hockey
- Tenis
- Voleibol
- Deportes de combate (boxeo, taekwondo, judo, etc.)
Clasificación según la demanda de fuerza y de resistencia aeróbica
Clasificaremos a los deportes en función de las necesidades de fuerza y de resistencia aeróbica que tengan. Esta es una visión muy simple para abordar procesos fisiológicos complejos, pero es una buena forma de entender lo que puede suponer a nivel físico un deporte.
Demanda de fuerza
La práctica deportiva, tanto de deportes cíclicos como acíclicos, requieren un desarrollo de fuerza, algunos más y otros menos, este nivel de fuerza tiene directamente relación con la intensidad a la cual se desarrolla una tarea y con la duración de la misma.
Podríamos decir que los deportes que más fuerza demandan son los que duran menos tiempo (la ejecución del gesto, no necesariamente la duración total de evento deportivo) y estos, a su vez, suelen tener una menor demanda de resistencia aeróbica.
Demanda de resistencia aeróbica
En algunos deportes hay que aplicar un nivel de fuerza relativamente bajo, pero mantenerlo durante bastante tiempo, lo que implica una alta demanda de resistencia aeróbica. En estos deportes el funcionamiento de los sistemas cardiovascular, respiratorio y metabólico son un factor muy importante.
En los extremos de esta clasificación podríamos encontrar la halterofilia como deporte con alta demanda de fuerza y el maratón como deporte con alta demanda de resistencia, por ejemplo.
Según lo expuesto hasta aquí podríamos clasificar los deportes en:
- Deportes con una demanda de fuerza alta y demanda de resistencia baja. Aquí estarían deportes cortos y rápidos como por ejemplo la halterofilia, lanzamientos y los 100m lisos en atletismo.
- Deportes con una demanda de fuerza moderada y con una demanda de resistencia moderada. Aquí podrían entrar las distancias medias de piragüismo, remo o algunas modalidades de ciclismo en pista, por ejemplo.
- Deportes con una demanda de fuerza baja y con una demanda de resistencia alta. Por ejemplo, ciclismo de carretera, triatlón, maratón, natación en aguas abiertas, etc.
- Deportes de demanda mixta. Son aquellos que exigen un nivel de fuerza y resistencia medio/alto. En este grupo entrarían muchos de los deportes tradicionales como fútbol, balonmano, vóleibol, básquetbol, rugby, deportes de combate, etc.
A continuación, presentamos una gráfica que puede servir de guía en la comprensión de lo expuesto hasta aquí:
Para interpretar esta gráfica hay que tener en cuenta que un mismo deporte puede tener demandas diferentes en función de la modalidad (distancia, tiempo, etc.) y de la posición o tarea que se desempeñe dentro del mismo (diferentes posiciones de juego en un deporte de equipo). Esta gráfica pretende situar a diferentes disciplinas deportivas en función de la demanda de fuerza o resistencia que tengan, las adaptaciones resultantes de su práctica y también de las implicaciones metabólicas en función la duración de la actividad. Los extremos de la gráfica serían abajo a la derecha para deportes de gran resistencia aeróbica como el maratón (y baja demanda de fuerza) y arriba a la izquierda, para deportes con gran demanda de fuerza como la halterofilia (y muy poca demanda de resistencia aeróbica).
Exigencia fisiológica
La intensidad fisiológica de un deporte en su máximo nivel de competición depende principalmente de las características del mismo, como el tipo de ejercicio y la duración. Normalmente, se realizarán a la máxima intensidad relativa. Esto quiere decir que dos atletas competirán a la máxima intensidad posible, aunque uno corra 10000m y el otro 200m lisos, pese a que los requerimientos fisiológicos para realizar estas actividades son diferentes.
La intensidad del deporte a nivel recreativo no necesariamente tiene que ser la máxima y, por lo tanto, los requerimientos fisiológicos cambiarán de forma importante. Una persona puede participar en una carrera popular de 5000m sin hacerlo al máximo nivel posible. Esto es importante aclararlo sobre todo a la hora de limitar la práctica deportiva en personas con afección del sistema cardiovascular ya que dependerá de cómo la realicen.
Otros aspectos que pueden influir en las exigencias fisiológicas de un deporte
Los requerimientos de un deporte pueden variar sustancialmente por diversos motivos. A continuación, exponemos otras cuestiones que deberían tenerse en cuenta (Tabla 3):
- Condiciones ambientales en las que se desarrolla la práctica deportiva: altitud, temperatura, humedad, etc.
- Demanda psicológica: nivel de estrés o ansiedad que puede suponer situaciones de miedo; etc.
- Demanda técnicas: control de las técnicas necesarias para la práctica deportiva (importante en actividades de cierta complejidad).
- Nivel del deportista: una actividad puede suponer exigencias a nivel fisiológico muy diferentes según del nivel de quien la practique. Por ejemplo, no es lo mismo correr un medio maratón en 1h10´ que en más de 2h.
- Utilización del material idóneo. Algo a tener en cuenta sobre todo en deportistas con poca experiencia que a veces utilizan materiales inadecuados.
- Uso correcto de la alimentación e hidratación en competición. Sobre todo, importante en competiciones de larga duración y en condiciones de alta temperatura y humedad (este apartado se explicará en detalle en otra entrada).
- Estrategia – táctica: el esfuerzo realizado puede variar en función de la gestión que se haga del mismo.
Tabla 3. Factores que pueden influir en la práctica deportiva
Nivel y régimen de entrenamiento
El nivel y régimen de entrenamiento puede influir radicalmente en lo que supone la práctica deportiva, tanto para una persona sana como para una con afección cardiovascular. Es fundamental prepararse adecuadamente para afrontar con el nivel suficiente y con ciertas garantías un evento competitivo.
Por esto para entender lo que supone la práctica deportiva habría que contemplar al propio deporte en situación de competición y en qué consiste el entrenamiento. Con respecto a esto hay que tener en cuenta lo que supone el régimen de entrenamiento deportivo que, muchas veces, puede resultar un nivel de esfuerzo incluso superior a la propia competición. Además, en el entrenamiento, se suelen realizar actividades muy diferentes al deporte en sí mismo pero que aportan beneficios para el rendimiento y la salud.
Práctica de deporte en personas con afección cardiovascular
La práctica de ejercicio representa un pilar fundamental en el desarrollo y mantenimiento de la salud y puede ser una buena forma de mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida en personas con ciertas patologías.
La planificación y control del entrenamiento y de la competición en personas con afección cardiovascular resulta decisivo para que sea lo más segura posible y también para poder obtener los beneficios deseados. Para esto es necesaria una correcta valoración de la capacidad funcional para establecer las pautas de trabajo y así poder planificar y controlar un régimen de entrenamiento de forma correcta. Esta tarea debe ser realizada por especialistas en el área.