La llegada de la Navidad supone para muchos un reto para su salud cardiovascular: descansar menos debido a los eventos sociales y familiares y excederse en comidas y bebidas son algunos de los clásicos de estas fiestas. Para tener un 2018 lleno de salud debemos darle la vuelta a esos hábitos. Se trata de regalarnos ciertos cuidados con los que, además de sentirnos mejor, estaremos regalándonos vida.
Equilibrio en la mesa. Para cuidar nuestro corazón, lo ideal es mantener a raya el sobrepeso. Y pasarse con las cantidades de comida y bebida no ayuda: prueba del efecto que los excesos tienen en nuestro cuerpo es que los españoles ganamos entre 2 y 5 kilos de peso durante las navidades según un estudio realizado por el Grupo NC Salud. Para recuperar y mantener nuestro peso los especialistas recomiendan una dieta rica en vegetales y en cereales integrales además del consumo moderado de pescado, aves, lácteos y huevos y pequeñas cantidades de carnes rojas. Pero a eso hay que sumar otras dos recomendaciones más: tomar muy poca sal - el consumo recomendado es de una cucharadita de sal para todo el día, incluyendo en esa cantidad la que contienen los productos que ingerimos- y muy poco azúcar -la OMS recomienda un máximo de 25 gramos diarios en lugar de los 111 que consumimos de media-.
Más deporte. Según el último estudio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sobre los riesgos del sedentarismo, la incidencia de algunas enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes, se multiplica por cuatro en la población inactiva si se compara con quienes hacen deporte. Y en España el escenario es preocupante porque hay casi tres veces más personas sedentarias que activas. Ni siquiera los niños hacen el ejercicio que deberían: según los datos de la campaña “Children in the city”, realizada por la Fundación Española del Corazón (FEC), la World Heart Federation (WHF) y la Union Of European Football Associations (UEFA), el 85% de los menores entre 5 y 17 años no realiza la hora diaria mínima de ejercicio físico recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para los adultos, la recomendación es practicar, como mínimo, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa. Si incorporamos esa rutina deportiva a nuestros hábitos semanales el organismo empezará a notar sus efectos positivos a medio plazo.
Adiós al tabaco. Solo en España, el tabaco mata a más de 60.000 personas cada año, además de estar relacionado con casi tes decenas de problemas de salud. La relación entre el hábito de fumar y la aparición de la enfermedad cardiovascular es tan estrecha que desde que se puso en marcha la ley del tabaco en nuestro país se ha logrado una reducción del 11% en los ingresos hospitalarios debidos a infartos de miocardio. Por eso, una de las mejores decisiones que podemos tomar para empezar el año cuidándonos es dejar de fumar. Además de reducir la tasa de reinfarto y muerte súbita entre un 20% y un 50%, tres años después de haber dejado el tabaco el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular del exfumador es el mismo que el de alguien que no haya fumado nunca.
Descanso. El descanso nocturno se asocia a una mejor salud cardiovascular, y así lo muestran estudios como el publicado en European Journal of Preventive Cardiology, que puso de manifiesto esta relación al concluir que las personas que, además de llevar unos hábitos de vida saludables, duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y hasta un 83% el riesgo de morir por enfermedad cardiaca en comparación con aquellas personas que no siguen ningún hábito de vida saludable. Por el contrario, dormir poco se asocia a una mayor incidencia de sobrepeso, obesidad, hipertensión y cifras de colesterol y triglicéridos elevadas. Aunque en las fiestas trastoquemos los horarios, volver a la normalidad procurando dormir siete horas diarias es una buena receta para la salud cardiovascular.
Control de la presión arterial. Se calcula que en España hay alrededor de 14 millones de hipertensos aunque no todos ellos saben que lo son. Por eso a la hipertensión se la conoce como la “asesina silenciosa”, ya que puede no producir ninguna señal de alerta en quien la padece. Sin embargo, es uno de los factores de riesgo cardiovascular más comunes, y de ahí la importancia de controlar nuestra presión arterial con regularidad para descartar episodios que puedan desencadenar eventos cardiovasculares. Tener unos hábitos saludables y, sobre todo, evitar el sobrepeso y la obesidad es vital para prevenir su aparición. Pero incluso aunque sigamos un estilo de vida saludable conviene revisar nuestra presión arterial de vez en cuando para asegurarnos de que todo está en orden.