En 1769, François Poulletier de la Salle describía por primera vez el colesterol definiéndolo como una porción aceitosa de la bilis obtenida de la vesícula biliar. No fue hasta casi medio siglo después cuando el químico francés Michel-Eugéne Chevreul consiguió separar ese contenido aceitoso de la bilis, al que dio el nombre de “colesterina” que después se cambió a colesterol. Y como se cuenta en el artículo ‘Colesterol y aterosclerosis. Consideraciones históricas y tratamiento’, pasaría aún más tiempo hasta que se supo que se encontraba en la circulación y se demostró que era uno de los componentes principales de la placa ateroma, y en consecuencia en la génesis de la aterosclerosis.
Desde entonces el colectivo médico insiste en la importancia de controlar los niveles de colesterol. La principal razón es precisamente evitar que se formen esas placas de ateroma que llevan al estrechamiento de las arterias y pueden obstruirlas, produciendo desde una angina -dolor en el pecho sobre todo cuando hacemos esfuerzos, aunque también puede aparecer en reposo- hasta un infarto agudo de miocardio o accidentes cerebrovasculares. Pero a pesar de las advertencias médicas, la realidad es que un elevado porcentaje de la población padece hipercolesterolemia. Y las cifras son más altas cuanto mayor es la población: se calcula que en España, el 56% de los hombres y el 69% de las mujeres mayores de 65 años tiene unos niveles de LDL -el llamado colesterol “malo”- superiores a 130 mg/dl.
Reducir esos niveles es clave para todos. Sin embargo, es frecuente que ese objetivo no se alcance especialmente en los pacientes mayores de 75 años, precisamente donde es mayor su prevalencia. Según explica el doctor Pablo Díez Villanueva, de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), en ese grupo de población es especialmente importante controlar el colesterol, ya que la reducción del LDL en pacientes mayores de 75 años se asocia de forma significativa con menos eventos cardiovasculares mayores.
Así lo expone en el blog de la SEC, donde hace referencia a un metaanálisis publicado en The Lancet que concluyó que la reducción de niveles de colesterol LDL en pacientes mayores se asoció con una reducción de hasta un 26% de los eventos vasculares mayores por cada reducción de 1 mmol/l de colesterol LDL. Además, los autores del estudio concluyen que en pacientes mayores de 75 años el tratamiento hipolipemiante es seguro, y tan efectivo como en pacientes de menor edad a la hora de reducir eventos cardiovasculares. De ahí que haya que tenerlo en cuenta para combatir uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.