Aumenta el volumen de sangre que circula por el organismo en un minuto, mejora el control de factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, o los niveles de colesterol, disminuye la trombogenicidad… Todos ellos son beneficios para tu salud cardiovascular de la práctica de ejercicio físico de forma frecuente. Pero, ¿cuánta actividad física debemos hacer para obtenerlos?
Como explicamos en esta infografía, lo ideal es procurar llevar un estilo de vida saludable a diario que combata el sedentarismo, porque toda la actividad física cuenta. Aprovechar para subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor cuando tenemos la oportunidad; ir en bicicleta o caminando si es posible al trabajo, o bajarse unas paradas antes si la distancia es demasiado larga para hacer al menos parte del recorrido andando; bailar o hacer las tareas domésticas nos permiten mantenernos en movimiento y aumentar el tiempo de actividad física diaria. Pero además, es recomendable realizar alguna actividad deportiva como correr, caminar a paso rápido, nadar o cualquier otra disciplina recreativa de tres a cinco veces por semana, al igual que entrenar la flexibilidad y la fuerza entre dos y tres veces por semana.
Tiempos
¿En cuánto tiempo se traduce todo lo anterior? Según los expertos, cualquier cantidad de actividad física es mejor que ninguna, y cuanta más, mejor. Pero si lo que buscamos es mejorar la salud cardiovascular, la OMS recomienda a los adultos al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad intensa, lo que serían al menos entre 75 y 150 minutos semanales), mientras que para los niños y adolescentes lo ideal es que realicen una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día. Para los mayores de 65 años, la recomendación es igualmente realizar al menos 150 minutos semanales de actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos. En cualquier caso, deben ser sesiones de un mínimo de 10 minutos. Y respecto al tipo de actividad física a elegir, los expertos aconsejan que sea una con la que se disfrute, ya que tendremos que realizarla varias veces a la semana.
Los beneficios de incluir en la rutina diaria la actividad física no son solo cardiovasculares. También mejoraremos el estado muscular y la salud ósea, de forma que nuestra calidad de vida saldrá beneficiada. Además, combatir el sedentarismo resulta esencial para prevenir la diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. Por otra parte, la práctica de ejercicio físico puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad, contribuyendo a nuestro bienestar. Un largo listado de ventajas que hacen de la actividad física un imprescindible que tenemos que poner en práctica tanto como podamos para disfrutar de más salud.