Según la encuesta de la Fundación Española del Corazón durante su campaña “Protege tu corazón: no descuides tu colesterol”, hasta el 80% de la población encuestada ha dejado de prestar atención a sus niveles de colesterol durante la pandemia. Los datos de la encuesta también indicaron que 7 de cada 10 encuestados no se había hecho ninguna revisión de sus niveles de colesterol durante la pandemia por miedo al contagio o la falta de disponibilidad médica.
Para los expertos, estos números resultan alarmantes especialmente por la alta incidencia de la hipercolesterolemia en nuestra sociedad, ya que uno de cada dos adultos españoles tiene niveles elevados de colesterol, y el 46,4% de ellos lo desconocen, indica el estudio ENRICA. La situación resulta preocupante entre otras razones porque el colesterol elevado es una de las principales causas del 60% de las enfermedades cardiovasculares, según datos del estudio Euroheart II. Y las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en nuestro país: en 2020, último año del que se tienen datos, el 24,30% de los fallecimientos se debieron a enfermedades del sistema circulatorio, superando así las muertes causadas por tumores, que ocupan el segundo lugar, y los fallecimientos por enfermedades infecciosas -como la COVID-19- y parasitarias, tercera causa de muerte con 80.796 fallecimientos (16,4%).
Cómo controlar los niveles de colesterol
De ahí que, para proteger nuestra salud cardiovascular, volver a prestar atención a los niveles de colesterol, que hemos dejado en segundo plano durante la pandemia, sea clave. El papel de los médicos de atención primaria es esencial para controlar estos niveles, ya que tienen un rol muy importante en la detección de hipercolesterolemia, el seguimiento y las pautas de control para los pacientes. A día de hoy, las dos recomendaciones principales son seguir una dieta saludable como la mediterránea, incluyendo a diario verduras, hortalizas y frutas y semanalmente legumbres y pescados, además de priorizando los cereales integrales en panes o pasta, el aceite de oliva virgen extra y las carnes magras y blancas frente a las rojas, y practicar actividad física de forma regular, realizando al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad intensa, lo que serían al menos entre 75 y 150 minutos semanales).
Además de un estilo de vida activo y saludable, incorporar lácteos descremados enriquecidos con esteroles vegetales puede ayudar a mantener nuestros niveles de colesterol en las cifras recomendadas, por debajo de 200 mg/dl. Es una de las conclusiones del estudio The Role of Specific Components of a Plant-Based Diet in Management of Dyslipidemia and the Impact on Cardiovascular Risk, que afirma que para ayudar a reducir el colesterol LDL a través de una alta ingesta de fitoesteroles (PS), que comprenden esteroles y estanoles vegetales presentes de forma natural en los alimentos de origen vegetal, los lácteos descremados enriquecidos con esteroles son un buen complemento.
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