La ciencia actual está demasiado verde para responder a este asunto. Por el momento, existen hipótesis en base a la observación y la investigación está tratando de encajarlas. Por tanto, hablaremos con la boca pequeña acerca del contenido de esta entrada.
La ciencia actual está demasiado verde para responder a este asunto. Por el momento, existen hipótesis en base a la observación y la investigación está tratando de encajarlas. Por tanto, hablaremos con la boca pequeña acerca del contenido de esta entrada.
Algunos artículos de publicación reciente están sugiriendo que podría existir una cierta relación entre dosis muy altas de ejercicio acumulado a lo largo de la vida y una mayor mortalidad. Sin embargo, esto no siempre se ha constatado. Aunque la evidencia para hacer esta afirmación es débil y aunque no se conoce esa cantidad de actividad física que podría ser excesiva desde el punto de vista de la salud, coincide con la descripción cada vez más frecuente de algunas alteraciones cardiológicas que se están produciendo con más frecuencia en los deportistas veteranos.
Se está describiendo una mayor frecuencia de arteriosclerosis coronaria y calcificaciones coronarias en deportistas veteranos. No se sabe muy bien por qué, cuál es su significado ni su pronóstico.
También más lesiones cicatriciales en las aurículas y los ventrículos que favorecen el desarrollo de arritmias auriculares y ventriculares. Dilatación de algunas cavidades que simulan auténticas miocardiopatías y arritmias lentas que en ocasiones adquieren tintes patológicos.
Cabe especular con la posibilidad de que estos hallazgos sean el nexo de unión entre el exceso de ejercicio y el posible aumento de la mortalidad en deportistas excesivos.
Estamos muy lejos de poder hacer afirmaciones contundentes con respecto a todo esto, y más aun de establecer la dosis tóxica del ejercicio físico. Sin embargo, en ésta última, muy probablemente influye la predisposición individual. Lo que sí que podemos afirmar con total certeza es que introducir el ejercicio físico en tu estilo de vida posiblemente es la mejor inversión en salud que puedes realizar en el caso de que seas una persona sedentaria.