La obesidad es un importante factor de riesgo cardiovascular, y está en nuestras manos poder mantenerla a raya siguiendo una alimentación saludable y haciendo del ejercicio una rutina semanal. Esta recomendación médica es importante para los adultos, pero también para los más pequeños, y en este grupo de edad es aún más efectiva, ya que los hábitos que adquirimos en la infancia son claves en nuestro desarrollo. Sin embargo, cada vez hay más niños obesos, lo que supone que cada vez hay más menores en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.
Según el primer Atlas de obesidad infantil de la Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés), actualmente hay 158 millones de niños obesos en todo el mundo. El escenario es aún más pesimista para los próximos años, ya que se estima que en poco más de una década se incrementará considerablemente el porcentaje de población infantil con obesidad. En concreto, se calcula que habrá más de 250 millones de menores obesos para el año 2030.
Ese futuro preocupa a los profesionales sanitarios. Y no solo porque la obesidad sea un factor de riesgo cardiovascular. El exceso de peso supone también un potencial riesgo para el desarrollo de la diabetes, además de que eleva los niveles de colesterol y la presión arterial. Por eso es tan importante aprender desde niños a comer de forma saludable, proporcionando al organismo todo lo que necesita y evitando lo que supone un perjuicio para nuestro cuerpo.
La obesidad infantil en España
La epidemia de obesidad que recorre de punta a punta el mundo pasa también por España. Según el informe El estado mundial de la infancia 2019: alimentación y nutrición presentado el pasado mes de octubre por Unicef, el 35% de los menores entre ocho y 16 años que residen en nuestro país tienen exceso de peso. Concretamente, un 20,7% de ellos sufren sobrepeso y un 14,2% obesidad.
Así, España se sitúa entre los países de la OCDE, junto con Grecia, Malta e Italia, con mayor porcentaje de sobrepeso infantil y adolescente. Se da la paradoja de que son precisamente los países mediterráneos los que están abandonado su dieta tradicional a pesar de que está demostrado científicamente que la dieta mediterránea es la más beneficiosa para la salud. Regresar a ella y combatir el creciente sedentarismo es fundamental para evitar la obesidad en la población más joven.
Caminando hasta la luna
Con la idea de concienciar a todos de lo importante que es evitar el sedentarismo y alcanzar el peso adecuado, la Fundación Española del Corazón se ha unido a ‘Caminando por un reto’, la iniciativa del Ayuntamiento de Benalmádena con la que el próximo 12 de noviembre, Día Mundial de la prevención de la obesidad, se espera “alcanzar la luna” sumando 384.400 kilómetros contando los pasos de todos los participantes gracias a la colaboración de ayuntamientos, entidades deportivas, centros deportivos y organizaciones.
Para conseguirlo la organización calcula que necesita la participación de un centenar de municipios con alrededor de 800 participantes de media en cada municipio. Para más información, se puede acceder a esta página.