Especial FEC: COVID-19

Con esta nueva enfermedad infecto-contagiosa COVID-19 cada día nos llevamos una sorpresa. Antiguos medicamentos como la cloroquina y la hidroxicloroquina se han convertido en uno de los tratamientos estrella de la pandemia. Recientemente, le ha tocado el turno al dipiridamol, registrado comercialmente con el nombre de Persantín.

La enfermedad causada por el virus se manifiesta en la mayoría de los casos como una infección del tracto respiratorio inferior que produce fiebre, tos y disnea, mientras que los casos más graves pueden inducir insuficiencia respiratoria con  fracaso multiorgánico con resultado de muerte.

Por el momento, de los muchos tratamientos que se están ensayando en el tratamiento de COVID-19 para eliminar al SARS-CoV-2, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado solamente el empleo de cuatro fármacos, entre los que se incluye la cloroquina e hidroxicloroquina, los antivirales remdesivir, lopinavir, ritonavir y un interferón.

La premura para la realización de los test PCR e inmunológicos (IgM e IgG) y la falta de previsión de algunos gobiernos para aprovisionarse de estas tan necesarias pruebas, ha hecho que muchos laboratorios se hayan lanzado a la realización de estos test sin las debidas garantías de fiabilidad.

Los hospitales están preparados para atender infartos evitando contagios por COVID-19. Sin embargo, el miedo a ser infectado con el coronavirus está evitando que pacientes que necesitarían una rápida intervención médica por infarto se queden en casa.

Las mujeres embarazadas tienen un curso clínico e iguales resultados que las mujeres no embarazadas en edad reproductiva cuando se infectan con SARS-CoV-2, según un estudio publicado en el International Journal of Infectious Diseases. El estudio concluyó, además, que no existen evidencias que sugieran la transmisión de COVID-19 de la madre al hijo en la etapa tardía del embarazo, incluido el parto vaginal.

Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine ha puesto de relieve una fuerte correlación entre las paradas cardíacas extrahospitalarias (PCEH y la COVID-19 en la región italiana de Lombardía.

Según los expertos en esterilización y desinfección de material para usos médicos, las mascarillas N95 para un solo uso, también conocidas como “respiradores N95”, puede quedar libres del coronavirus SARS-CoV-2, utilizando diversos procedimientos. Recordemos que el tiempo promedio de protección que dan las mascarillas no sobrepasan las 8 horas de uso.

1.-El "pasaporte de inmunidad" anulado antes de ser emitido. 

2.- Los familiares de una persona infectada se contagian, pero no tanto como se pensaba.

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Según publica el Bristish Journal of Hematology  (18.04.2020) existen numerosas evidencias que muestran que la forma grave neumónica por COVID-19 puede complicarse con severos trastornos de la coagulación de la sangre en forma de coagulación intravascular diseminada con un marcado carácter protrombótico y alto riesgo de tromboembolismo venoso.

Según un estudio reciente publicado por el Imperial College de Londres, si no se hubieran tomado las medidas de confinamiento el número de fallecidos podría haber llegado a los 40 millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, las medidas preventivas no pueden ser eternas; requieren la elaboración de vacunas eficaces y enfoques médicos adecuados. España tiene una larga tradición de investigación en virología, reconocida internacionalmente, y ya son varios los grupos científicos que están trabajando en este tema vital.

La Agencia Española del Medicamento ha autorizado a un laboratorio  a realizar ensayos clínicos preliminares con su compuesto Plitedipsina, para el tratamiento del Covid-19. Los ensayos, en fase 2, se llevarán a cabo en tres hospitales madrileños, sobre un total de 27 pacientes.

Merece la pena leer los informes de algunos virólogos españoles, como Albert Bosch, Luis Enjuanes o Mariano Esteban y algunos más, sobre las peculiaridades y curiosidades de los coronavirus.

Según expertos virólogos, los coronavirus se transmiten por aerosoles, donde pueden permanecer viables hasta tres horas, pero son más duraderos en otras superficies: resisten cuatro horas sobre el cobre (monedas), un día entero en el cartón y de dos a tres días en el plástico o el acero inoxidable. Según acaba de publicarse en The Lancet el coeficiente de infección R₀ (número promedio de personas a las que cada infectado contagia) es de alrededor de 2,5, similar a la gripe estacional, pero mucho menos que la viruela o el sarampión, que presentan un coeficiente R₀ de 6 y 15 en promedio.

La geografía de la pandemia, que se extendió rápidamente durante el invierno en países de zonas templadas como Italia, España y los Estados Unidos y prácticamente no se veía en países más cálidos como Chad o Guyana, parecía sugerir que el virus es muy sensible al calor y a la humedad. Y de hecho, otros coronavirus, como los que causan el resfriado común, son menos contagiosos en climas cálidos y húmedos. Pero los investigadores dicen que la idea de que el clima cálido puede repeler el virus es una ilusión.

De los miles de virus existentes, hay una inmensa mayoría que encuentran su hábitat natural en los animales y pocos o muy pocos en el hombre. Los coronavirus del tipo del que ha provocado la actual pandemia COVID-19 no eran tan potencialmente letales para el ser humano hasta que apareció el SARS-CoV-2, a excepción de otros dos: el SARS-CoV de 2003 y el MERS de 2005.

Los expertos están tratando de descubrir por qué el coronavirus es tan caprichoso. Las respuestas podrían determinar la mejor manera de protegernos y cuánto tiempo tenemos que hacerlo.

Comentábamos, en otro post, al principio de la pandemia, sobre algunas manifestaciones cutáneas sorprendentes de la enfermedad, algo que inicialmente parecía ser “sabañones” bajo unas circunstancias climáticas poco propicias para ese tipo de lesiones. Hoy disponemos de más información médica sobre eso que se ha venido en llamar “El PIE COVID”. Veamos.

El coronavirus es, en esencia, una membrana oleosa repleta de instrucciones genéticas para hacer millones de copias de sí mismo. Las instrucciones están codificadas en 30.000 "letras" de ARN (ácido ribonucleico) —a, c, g y u—  que la célula infectada lee y traduce en muchos tipos de proteínas virales. Una célula infectada por un coronavirus libera millones de virus nuevos, siendo todos ellos copias del genoma original.

Salir del confinamiento requiere una transición con "extremada cautela". Presentan un test serológico perfecto (o casi). ¿Los andrógenos explicarían la mayor vulnerabilidad masculina a la COVID-19?... Sobre estas y otras noticias de hablamos en este documento.